Las crisis de Gobierno no han servido para mejorar los pésimos ministros que sufrimos
Corrupción masiva y generalizada y paro desbocado en una crisis sin precedentes. Eso es lo que día a día, sin piedad, hemos sufrido en España.
Todo envuelto en la mentira gubernamental que, cada vez que habla, o vende una realidad inexistente o divide a la sociedad. Hemos «tocado fondo» y «lo peor de la crisis ya ha pasado» se ha anunciado más de once veces.
En noviembre Zapatero nos decía que «la recuperación se ha iniciado» y, en diciembre, ha afirmado que «el inicio de la recuperación es inminente». Todo mentira.
El fondo no se puede tocar tantas veces, lo peor tampoco pasa cada mes y la recuperación ni está ni se la espera. Corbacho dijo en agosto que «no permitiremos que los parados queden desamparados»; por eso Cáritas ha tenido que atender a más de 800.000 familias.
Termina un año en el que España se ha degenerado convirtiendo en derecho el aborto. La ocupación de todos los espacios de la sociedad por una casta política, en la que la mediocridad tiene rango de categoría, aumenta la desafección en los ciudadanos.
Las crisis de Gobierno no han servido para mejorar los pésimos ministros que sufrimos. Zapatero se somete a cualquier chantaje con la sumisión del débil y necesita de terceros que le solucionen los conflictos. Así ha sido con el Alakrana, Aminatu Haidar,…
En Afganistán estamos en una supuesta «misión de paz» compartiendo operación con las fuerzas de EE UU que están en guerra.
¿Cómo se puede estar en el mismo sitio, haciendo lo mismo y unos estar en paz y los otros en guerra? Mentira.
Vamos a estar pagando este año durante mucho tiempo por el brutal endeudamiento en el que nos ha enterrado el peor presidente de la historia democrática española.
Prometió pleno empleo y superar a Francia en PIB y nos ha descarrilado del tren del progreso y desarrollo. La mejor noticia de 2009 es que termina y se va. Adiós. Lo malo es que Zapatero y su Gobierno se quedan. Como la oposición.
NOTA.- esta columna fue publicada originalmente en el diario La Gaceta: «Adiós al 2009«.