El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido este lunes a la dirección del PSOE que centre en dos ejes la campaña para las elecciones municipales del 22 de mayo: el plan de inversión local (conocido como ‘Plan E’) que repartió 13.000 millones de euros entre los ayuntamientos en 2009 y 2010, y las medidas de política social aprobadas por su Ejecutivo.
Según han relatado a Europa Press varios asistentes a la reunión, Zapatero ha pedido a la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE que haga un discurso de «orgullo de país», de valorar todo lo positivo que ha logrado España en los últimos 30 años, ligándolo al recuerdo del 23-F y subrayando que el legado de tres décadas de democracia debería servir para que el clima político fuese menos crispado.
Pero además, les ha llamado a exhibir también con orgullo la ‘marca PSOE’ y a defender sus políticas. En ese contexto, ha señalado que el ‘Plan E’, que fue una financiación extraordinaria para los ayuntamientos en 2009 y 2010, debe ser un eje de la campaña.
En cuanto a la política social, les ha adelantado que el próximo jueves comparecerá ante el pleno del Congreso para defender su gestión en este campo, y para ello subrayará que en los años de bonanza económica su Gobierno se dedicó a extender las políticas sociales y que, cuando ha llegado la crisis, las está preservando.
Junto a la precampaña electoral, la Ejecutiva del PSOE ha analizado también la situación de los países árabes donde se están produciendo revueltas contra los gobernantes. Según las fuentes consultadas, Zapatero ha dejado claro que hay que estar al lado de los demócratas, pero también ha defendido la cautela que está mostrando hasta ahora la Unión Europea.
A su juicio, la prudencia se debe a que varios socios de la UE fueron potencias coloniales en los países que ahora viven disturbios, y eso les coloca en una posición complicada para intervenir más directamente y deben ser especialmente prudentes.
Pese a reconocer que las revueltas tienen un final incierto, se ha mostrado convencido de que esta oleada de protestas apunta precisamente al principio del fin de la etapa postcolonial, y a que la democracia se va imponiendo a lo largo de la historia. En este punto, no obstante, ha reconocido que, a medio plazo, queda la duda de si Asia se sumará a esa oleada hacia la democracia.
Sobre este asunto han intervenido varios, entre ellos el ex ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar, que ha echado en falta –como ha hecho el Parlamento Europeo– una estrategia de la UE para anticiparse a estos movimientos y para ofrecer a estos países incentivos para que haya avances concretos en democratización y derechos humanos.
Para López Aguilar, está claro que España puede ser un referente para estos países, porque realizó una transición a la democracia –cuyo éxito, como en este caso, no estaba garantizado de antemano– y porque se ha preciado de llevar a cabo una política exterior basada en valores.
POLITICA NUCLEAR
En otro orden de cosas, Zapatero ha respondido a las preocupaciones del PSOE sobre la posición del Gobierno en materia nuclear. En concreto, el secretario de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha pedido que se explicase bien la enmienda a la Ley de Economía Sostenible aprobada la semana pasada con la que se eliminó la referencia a que la vida útil de las nucleares tenga en cuenta «el plazo de cuarenta años para el que fueron diseñadas».
El jefe del Ejecutivo ha respondido que lo único que se ha hecho es mantener el ordenamiento jurídico vigente, sin limitar la capacidad de decisión de los sucesivos gobiernos. El nuevo texto plantea que el Ejecutivo «determinará» el nivel de participación de la energía nuclear en el ‘mix’ de acuerdo tanto con «el calendario de operación de las centrales existentes» como con «las renovaciones que, solicitadas por los titulares de las centrales, en el marco de la legislación vigente en su caso, correspondan».
