Familia de desaparecidos en el naufragio del ‘Nuevo Pepita Aurora’ sigue pidiendo a Fomento que reflote el pecio

Los familiares de los desaparecidos en el naufragio del pesquero barbateño ‘Nuevo Pepita Aurora’ critican que la Administración les ha «dejado tirados» y que «nadie se acuerda ya» de la «tragedia» ocurrida hace exactamente cuatro años. Siguen reclamando al Ministerio de Fomento que reflote el pecio, ya que continúan albergando dudas de que haya en su interior «alguno de los nuestros» y afirman que les será «imposible pasar página» hasta que puedan descartarlo totalmente con su reflote.

En declaraciones a Europa Press, uno de los familiares de los desaparecidos ha hecho referencia al «enorme interés» mostrado por Fomento por reflotar el ‘Vaporcito de El Puerto’ –hundido la semana pasada en el muelle de Cádiz– para «colgarse la medalla», mientras que ellos llevan años esperando.

En este sentido, critican que el actual ministro de Fomento, José Blanco, «no ha mostrado más interés en el tema» que su antecesora, Magdalena Alvarez, llegando a referirse al Ministerio como «el perro del hortelano», ya que «no sólo no han reflotado el barco, sino que tampoco permitieron que se hiciera cuando la Fundación Titanic puso todos sus medios a disposición nuestra».

Reprochan a la Administración que «no han movido un dedo en estos años», que en su momento «se echaban las culpas los unos a los otros para eludir responsabilidades» y que finalmente «se han lavado las manos dejando las cosas exclusivamente en manos de la justicia».

En este punto, han mostrado su interés por saber si una vez que el juicio por el caso finalice, las autoridades consideren el asunto «resuelto» y den «por abandonado» el barco, los afectados serán «libres para entrar» al pecio y potestad para utilizar los medios a su alcance para tratar de recuperar sus restos.

TRAGICO ANIVERSARIO

El día 5 de septiembre de 2007 el pesquero barbateño ‘Nuevo Pepita Aurora’ naufragó cuando regresaba de faenar en aguas de Larache (Marruecos) con una tripulación de 16 personas. Ese mismo día se activó un dispositivo de salvamento que logró rescatar del mar a ocho supervivientes y tres cadáveres. Cinco marineros permanecían desaparecidos.

Un día después del naufragio, el pecio permanecía a 14,5 millas al sureste de Barbate, boca abajo y con la quilla visible sobre la superficie. Justo esa jornada, miles de personas asistían en el Polideportivo Municipal de la localidad barbateña a los funerales de los tres fallecidos.

El día 7 de septiembre de 2007, Salvamento Marítimo analizaba la situación del barco, que se hundió el día anterior a tres millas de la costa mientras era remolcado. Un día más tarde, un centenar de pescadores de las cofradías de Cádiz y Barbate se sumaban al dispositivo de búsqueda.

Los tres robot contratados por Fomento para inspeccionar la situación del barco –situado a 137 metros de profundidad a 2,5 millas al sur de Punta Camarinal, en Tarifa– localizaron el cadáver de un marinero en el cuarto de baño del pecio. El entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, dio personalmente la noticia a los familiares, justo cuando se cumplía el tercer día de luto oficial decretado por el Ayuntamiento.

El día 15 de septiembre, el pueblo de Barbate se echó a la calle en una manifestación silenciosa –a la que acudieron más de 4.000 personas según la Policía Local– tras una pancarta que rezaba el lema ‘Rescate del Nuevo Pepita Aurora, ¡Solución ya!’ y carteles con frases como ‘Queremos a nuestros marineros’ y ‘Menos política y más resultados’.

Dos días más tarde, los robots contratados por Fomento consiguieron enganchar un cable en el pesquero con el fin de izarlo y trasladarlo a aguas menos profundas e inspeccionar su interior. Un día después, el 18 de septiembre, conseguían trasladarlo a 29 metros de profundidad a 0,8 millas al sur de Punta San García, en Algeciras.

A la una de la madrugada del día 19 era recuperado el cadáver de uno de los marineros del interior del pecio. Horas más tarde, a las 7,30 horas, se recuperaba un segundo cuerpo. Ambos fueron trasladados al puerto de Barbate para su identificación y posterior inhumación.

Los buzos permanecieron varias jornadas buscando, sin éxito, los otros tres desaparecidos. A última hora del día 21 se dio por finalizado el dispositivo de búsqueda, 16 días después del siniestro.

Un equipo de buzos voluntarios obtuvo meses más tarde autorización de la Capitanía Marítima para revisar los alrededores del pecio, encontrando ropa y materiales de los marineros desaparecidos. Los buzos destacaron la necesidad de investigar «en el interior» del pesquero.

La Comisión Permanente de Investigación de Siniestros Marítimos remitió a la Fiscalía su informe del accidente, concluyendo que el pesquero llevaba más peso del permitido en redes y los salientes de agua de cubiertas cerrados. Por ello decidió llamar a declarar, en calidad de imputado, al patrón del barco, cuya defensa también viene reclamando que el pesquero sea reflotado, si bien tendría que hacerse cargo de los costes al no haberlo solicitado la Fiscalía.

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