La ocultación y engaño al Parlamento de la negociación con la banda terrorista hasta que esta ha conseguido llegar a San Jerónimo
Sea quien fuere el que opina, desde la oposición privilegiada, o sea del PSOE, la coletilla final del discurso es la misma: vamos a hacer oposición de la buena, de la fetén, la democrática y ortodoxa, no como la que el irresponsable Partido Popular le ha venido haciendo al zapaterismo a lo largo de la última legislatura.
Es una forma nada sutil, mas bien burda, de querer deslegitimar el triunfo del Señor Rajoy y aparecer como víctimas de procedimientos y tácticas repudiables.
No han perdido por la corrupción que se ha asentado en todos y cada uno de los escalones de la Administración zapaterista, ni por la perversión de los usos democráticos, por el sectarismo y partidización de las instituciones dominadas por el clan del buen talante y la pésima gestión, ni por la frivolidad y el despilfarro: la culpa ha sido de Rajoy que «no ha arrimado el hombro».
La ocultación y engaño al Parlamento de la negociación con la banda terrorista hasta que esta ha conseguido, sin pedir perdón ni hacer autocrítica de sus crímenes, llegar a San Jerónimo, o la instrumentalización de la mafia policial y de alguno de los jueces de carné para la conservación del poder, al precio que fuere, no han tenido importancia alguna en el desprestigio del PSOE.
Es de esperar que el Partido Popular gobierne con otro estilo, y desde la mayoría absoluta devuelva el prestigio al Parlamento para que la costumbre de mentir en él desaparezca; se restablezca la separación de poderes, para que jueces y fiscales valoren su independencia y objetividad como su mejor patrimonio, y se ponga fin a esa concepción de que la confianza de los ciudadanos es algo así como una patente de corso.
NOTA.- leer completo en La Gaceta.