¡A ver si tomamos ejemplo de las grandes personalidades de la historia y así dejamos de ser un país atrasado, al margen de las corrientes progresistas y avanzadas! Hay que erradicar el tabaco de nuestras vidas, con el ejemplo de ese hombre excelso que es Adolf Hitler: no fumaba no bebía y, claro, rendía en el trabajo como el que más. El sueño de un empresario capitalista o un estajanovista.
Mientras esperamos que el gran historiador Injusto Serna regresé de sus vacaciones y nos ilustre sobre sus investigaciones respecto a las identidades secretas en los foros de Internet, reproduzco un reportaje publicado en El Correo Español de Bilbao que trata sobre las campañas antitabaco del régimen nacionalsocialista alemán.
De él extraigo la siguiente frase:
La legislación antitabaco como la concebimos en las sociedades europeas democráticas -una estrategia de disposiciones administrativas y gravámenes fiscales basada en evidencias científicas- la comenzó a desarrollar con resultados comprobables el régimen nacionalsocialista en Alemania, que también fue pionero del ecologismo y la protección del medio ambiente de su país.
Como se ve, yo no me he inventado nada en el post titulado Hitler y Rodríguez, paladines contra el tabaco. Los nazis convirtieron en elementos políticos del Estado totalitario la salud y el ecologismo.
(Quiero declarar que este post es un texto irónico, más o menos afortunado. Si entre los lectores hay algún abstemio, vegetariano, deportista, profesor de gimnasia, miembro de una sociedad protectora de animales, budista o cualquier otra persona humana o animal que se haya sentido molesta con mis palabras, le pido de antemano disculpas. También declaro que durante la redacción de este post no se ha maltratado a ningún animal.)
