Bokabulario

Los Reyes Magos derrotan a Papá Noel y al Olentzero

No creo que haya muchas escenas más hermosas que ver a tus hijos desembalar los juguetes dejados por los Reyes Magos. Mientras escribo estas líneas, oigo jugar a los míos, lo que me trae recuerdos agradables de mi infancia.

Una buena noticia de este día es que los españoles, cada año, conseguimos resistir los embates de los Papá Noel y Santa Claus , que tratan de colársenos por obra de las series de televisión yanquis y de los empresarios. ¡Cómo les gustaría a éstos eliminar otro festivo para que no perdiéramos el tiempo en divertirnos, sino que lo dedicásemos a trabajar! Es una victoria de la tradición.

Y el triunfo de los Reyes Magos supone también la derrota de los fantoches inventados con la finalidad de aumentar las diferencias entre los españoles. Así el Olentzero, que en otros años Euskal Telebista promocionó de manera exclusiva, mientras prescindía de los Reyes Magos –a los vasquitos y las neskitas abertzales los regalos se los deja el Olentzero en Nochebuena, no los maketos– retrocede. A las cabalgatas de Reyes acuden muchos más niños que a las fiestas montadas por los ayuntamientos y las ikastolas en torno al pestilente leñador.

Olentzero es un elemento de aculturación al servicio de una ideología, vamos como Papá Noel en HongKong. Los abertzales recogieron un antiguo mito limitado a comarcas boscosas de Guipúzcoa y Navarra, lo adecentaron y lo enrolaron en su causa. Ellos mismos lo reconocen:

Olentzero tuvo su origen en el Bidasoa, en Bera, en Hondarribia (Fuenterrabía), Irun y Hendaia, tal vez un poco. La fiesta tuvo allí su comienzo. Después fue llevada a Ipar Euskal Herria por las ikastolas. La primera en la que se celebró el Olentzero fue en la ikastola de Arrangoitze, en 1972 creo, no me acuerdo muy bien la fecha. A partir de ahí se ha expandido por todo Ipar Euskal Herria, en todos los lugares donde había una ikastola. Es muy interesante ver cómo fue, porque son los alumnos de las ikastolas, con sus andereños, los primeros en celebrar este acontecimiento. A partir de ahí se ha propagado por todas las ciudades…

Así definí al Olentzero en mi Bokabulario para hablar con nazionalistas baskos:

Viejo chalado que permanece encerrado en una chabola del bosque todo el año y sólo sale en Nochebuena. Distribuye juguetes a los niños vascos. Es compañero de Papá Noel, pero, a diferencia de éste, se ha quitado el pijama rojo. Viste harapos, va sucio, no se le conoce mujer y convive con cabras, pese a lo cual los nacionalistas le permiten acercarse a sus hijos.

La otra buena noticia de este día es que el inventor de la telemierda con ínfulas intelectuales ha cosechado otro fracaso y TVE –la de todos- ha suprimido su programa.

Hay, sí, noticias malas, pero disfrutemos de las buenas por unas horas. No sólo de sobresaltos y preocupaciones vive el hombre.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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