Bokabulario

“¿Quién chantajea al Gobierno?”

Gracias a los amigos Radikaleslibres gallegos he conocido esta interesante columna de Juan José R. Calaza, en la que se da una explicación a la inexplicable sumisión de Rodríguez a la oligarquías separatistas, sobre todo la catalana.

Hay dos teorías de corte conspiratorio, si bien la que goza de mi preferencia resulta difícil de demostrar, aun siendo la que suministra la explicación más decisiva ante los hechos. Y los hechos son que el catalanismo y el nacionalismo vasco consiguen cuanto se proponen, descontando aquéllo que de antemano saben que en el corto plazo no pueden obtener por las reacciones extremosas y la desestabilización política que podría desencadenar.

La primera de estas teorías atribuye a ETA capacidad de chantajear al Gobierno amenazándolo con revelar lo que sabe respecto al 11-M. Este chantaje consistiría en obligarle a que conceda a Cataluña un nivel autonómico propio de un Estado confederal para, llegado el momento, obtener por elevación algo más para el País Vasco, incluyendo el armisticio con ETA, previo paso al derecho a la autodeterminación. Sin entrar a discutirla, esta teoría no me convence en lo que concierne a ETA, pero en el resto es bastante sólida.

El segundo modelo explicativo, que valoro mucho, es bastante sencillo, y ya se insinuó en más de una ocasión: es probable que Maragall tenga en su poder informaciones personales, altamente comprometedoras, del who’s who del PSOE. Todo el mundo recuerda que Narcís Serra, alter ego de Maragall, en las etapas ministerial y vicepresidencial utilizó a destajo los servicios secretos. Al parecer, ordenó espiar incluso a Felipe González y al mismísimo Rey. Así se explicaría por qué en el PSOE no se mueve ni una hoja, con la que está cayendo. Es decir, el rechazo que ministros y prestigiados socialistas manifiestan públicamente frente al catalanismo no sería mas que el guión -convención teatralizada de boquilla, para despistar al personal- de una impostada escenificación cuyo desenlace se conoce de antemano. Esto es: ¿por qué Bono e Ibarra, al llegar el momento de la verdad, se esfuman ante el arrogante Maragall, y Solbes ante el crecido Montilla? Insisto, ¿por qué?

Narcís Serra es, desde hace un año, presidente de la tercera caja de ahorros de España, y segunda de Cataluña, Caixa Catalunya. Un espía y un corruptor de almas –como calificaba Ortega y Gasset a Canovas del Castillo y al régimen de la Restauración-, premiado con un retiro tan espléndido como la dirección de una caja riquísima y discreta. ¿Por qué?

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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