La Marea de Pérez Henares

Debate sobre el ecologismo

Desde hace algún tiempo y por parte de quienes menos lo esperaba vengo oyendo las críticas más severas hacia nuestro movimiento ecologista: Los conservacionistas que trabajan sobre el terreno en la protección, conservación y futuro de nuestra fauna y los científicos de mayor experiencia medioambiental más pegados a la tierra.
En síntesis esto es lo que se dice y, se dice cada vez más. Lo esbozo simplemente.
-Se reconoce que han sido la punta de lanza de la concienciación social y que su tarea crítica sigue siendo necesaria y un acicate imprescindible.
-Pero no pueden quedarse únicamente en ello. Solo están en el discurso y muy pocas veces en la actuación. Despachos, papeles, carteles, mucha radio y mucha televisión. Muy mediático pero nada más que mediáticos. Viven por y para los medios.
-No tiene representatividad. Hablan en nombre de organizaciones, de varias, pero carecen de representatividad real. Nunca han sacado de manera autónoma un solo escaño y si tienen alguno ha sido encapsulado en listas de algún partido como es el caso de Francisco Garrido, un saltimbanqui político, ahora aterrizado en Los Verdes y en las listas del PSOE. La ha montado con el Proyecto Gran Simio. A muchos les parece que bordea el ridículo y que, desde luego, está alejado de las preocupaciones reales en materia de medio ambiente.
-Existe un creciente mosqueo sobre su atomización y las cuantiosas subvenciones que reciben y de las que viven cada vez más organizaciones y sus muchos liberados.
-El ecologismo español es muy urbano, de asfalto. Carece de contacto y conocimiento de la Naturaleza. Genera una visión sobre ella falsa y hasta cursi. A veces tipo Disney.
-El ecologismo español tiene muy bien hechos los deberes sobre aspectos esenciales, prioritarios, de contaminación, reciclaje, residuos, Kyoto, en fin lo que como urbano mas conoce y, desde luego es más preocupante, pero de campo sabe muy poco y entiende menos.
– Los ecologistas tienden a la teoría de dejar a la Naturaleza sin darse cuenta que lleva miles y miles de años marcada por el hombre. Que no se limpie, que no se actúe, que no se toque nada. Y claro luego no hay cortafuegos, el bosque está hecho una pena, los usos tradicionales (ganadería, agricultura, caza, pesca o silvicultura) hasta son prohibidos en zonas que si se han conservado precisamente por ellos y ¿quién cuida el territorio?. O por ejemplo, en el caso del lince: si no hay conejos se muere.¿No habrá que repoblar?.
-Se critica cada vez con más intensidad su tendencia obsesiva a que todo está muy mal y va a peor, a pesar de los avances, y a oponerse absolutamente a cualquier cosa. No hay nada que les parezca bien excepto las prohibiciones.
– La crítica más fuerte, con todo, es la que cuestiona su planteamiento actual. “O se ponen a hacer cosas de verdad o se les va a dar totalmente la espalda. Se están quedando atrás. Tienen que renovarse o se quedan en Pepito Grillo” . No es cosa de denunciar y solo denunciar, de oponerse y solo oponerse, de criticar y solo criticar. Hay que ponerse a trabajar sobre el terreno y hacer cosas positivas y practicas. Lo están haciendo los conservacionistas serios y que llevan sus planes adelante: Palomero con los osos, Simón con el lince y el quebrantahuesos, Blanco con el lobo y tantos otros con diferentes habita y especies. Y buscando, es el denominador común, el apoyo de toda la sociedad: de agricultores, ganaderos, propietarios, cazadores. De todos. Nunca la confrontación como parece ser la seña del ecologismo más integrista.

Pues ahí queda para el debate.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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