La Marea de Pérez Henares

Fascista

A veces, el insulto tiene la perversa y justiciera cualidad de identificar mucho mejor a quien lo profiere que a aquel a quien va dirigido.

Un preclaro ejemplo de esa venganza del lenguaje lo han tenido , aunque no se enteraran, los independentistas catalanes que insultaron, zarandearon y agredieron al miembro de Ciudadanos de Cataluña, Arcadi Espada al que pretendieron impedir que diera una conferencia. Que hablara, vamos.

El grupo, de entre veinte y treinta cachorros de separatismo nacionalista, no encontró mejor improperio que arrojar contra el escritor que el improperio de “¡fascista!” , epíteto que se vea bajo el ángulo que se quiera encaja mucho mejor en quienes lo lanzaban que a aquel a quien iba dirigido. El uno tan solo pretendía hacer uso de su libertad de expresión de manera pacífica. Los otros pretendían, con intimidaciones, amenazas y golpes impedir el ejercicio de esa libertad cívica y de ese derecho constitucional. Es clamoroso, pues, a quien corresponde aplicarse el término.

Pero es que el cuento y el insulto de “facha” resulta ser , desaparecido ya hace mas de 30 años el dictador, la monserga mas querida de todas las generaciones de progres que en España han sido , por mucho que ni tuvieran la más mínima militancia contra aquel Régimen ni combatieran en absoluto contra aquella ideología del pensamiento único. Ahora la paradoja es que resucitan el esperpento quienes pretender imponer “su único pensamiento “ al resto de los ciudadanos, o sea los que mayores ribetes fascistas poseen. Dicho sea esto con permiso de quienes son , sin duda alguna los mayores merecedores del calificativos, sin paliativo alguno y con todas las consecuencias, aquellos que han hecho de la violencia fascista, de la amenaza y el terror su seña de identidad y máxima definición política. O sea, el complejo ETA-Batasuna, al que ahora las que no tuvieron ni el gesto de llevarla a la tumba de los asesinados por ellos les ofrecen impolutas rosas blancas para que las luzcan en ojales y solapas.

El fascismo, aunque ni se quiera mirar un solo libro de historia en este aspecto , ha tenido además y desde siempre un matiz exacerbado de sentimiento y resentimiento nacionalista que llevado al paroxismo pretende y proclama el silenciamiento y sumisión o de lo contrario la aniquilación de todo aquello que no comparta su ideología y propósitos. El terrible partido hitleriano se apellido nacionalsocialista.
La seudoizquierda de charanga y pandereta, de pose y envoltorio, de cáscara sin almendra, tiene en el insulto de “fascista” su palabra talismán contra todo aquello que le desagrada. El separatismo nacionalista bendecido por ella como parte del jardín de la “progresía” ya parece también tener patente de corso para convertirla en el arma verbal definitiva.

Para los etarras, Lopez Lacalle (preso comunista durante cinco años en las cárceles franquistas) era un “facha” merecedor de la muerte, y lo asesinaron. Para las “camadas de la porra” del separatismo catalán, Arcadi Espada y Boadella son “fachas” a los que es obligación patria impedir expresarse y hasta respirar el aire catalán a gritos, puñetazos y patadas. Y seguro que yo ya soy desde ahora y para la eternidad un “facha” por haberme atrevido a escribirlo.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

Lo más leído