El domingo 15, el diario El Correo Español publicó dos entrevistas que os recomiendo. Una se refería a la memoria histórica, uno de mis temas por desgracia más tratados, y la unidad nacional, y la otra al combate al terrorismo.
De la entrevista al economista Gabriel Tortella, extracto las siguientes frases:
Hace treinta años, las heridas de la Guerra Civil parecían bastante curadas.
A mí me parece una cosa [que se hable tanto de la guerra] muy artificial que se debe a que el Gobierno, y más en concreto su presidente, tiene una postura muy concreta sobre la materia, que a mí me parece revanchista. Es curioso que suceda con una persona joven, que no vivió la Guerra Civil ni la postguerra. Supongo que se lo han transmitido sus padres
La enseñanza y los medios de comunicación se han convertido en medios para un proselitismo enorme. En toda España se ha caído en un localismo impresionante.
Y la mejor:
No ha habido en ningún otro sitio una disolución de la conciencia nacional semejante a la vivida aquí. Es muy raro que la mitad del país no se atreva a decir la palabra ‘España’.
Frente a este problema, Rodríguez prefiere escarbar en la memoria de su abuelito.
En otra sección del periódico, aparecía otra entrevista a una ex miembro del gruipo terrorista Brigadas Rojas, llamada Adriana Faranda.
En prisión tuve una vida bastante dura, porque en los 80 hubo una matanza en las cárceles de ex brigadistas ‘arrepentidos’. Solían participar otros brigadistas que tenían que hacerse perdonar cosas por las BR y así podían salvarse ellos de represalias.
Se quedaron fuera los más irreductibles, que querían una amnistía. El Estado ni se lo planteó, y yo tampoco, porque cancela el delito: yo hoy puedo comprender cómo pasó todo, pero no puedo cancelar la tragedia.
(En cambio, me desagradó mucho la columna de Manuel Alcántara, ex columnista del falangista Arriba. Un ejemplo de la inanidad del pacifismo, en la que muestra su desagrado por que la monarquía comunista de Corea del Norte se haya hecho con la bomba atómica, pero se opone a las sanciones porque son una forma de venganza y perjudicarán a los coreanos. Entonces, viejo demagogo, ¿qué alternativa propone? Este tipo de gente, que quiere vivir como pachás sin defender su bienestar ni sus valores, es la que abre las puertas a los enemigos, sean nazis, comunistas o islamistas.)
