La Marea de Pérez Henares

Debate: Caza y Conservación

En algunas ocasiones ha aflorado a este blog la controversia sobre la caza y son continuas las preguntas sobre mi condición de cazador. Creo que ha llegado el momento del debate. Mañana presento mi libro”Por la caza y la conservación”, una recopilación de mis artículos y reportajes de varios años que ha sido editado por la Fundación FIDA de Madrid, por cierto el primer libro compuesto con papel procedentes de bosques certificados de cultivo sostenible. Asi que mejor ocasión no la voy a tener. Abro pues el debate con esta introducción entresacada de esa publicación y donde se planeta el decálogo del cazador conservacionista, a mi juicio ya muy presente y único futuro posible de la actividad venatoria.

Desde que comencé a escribir sobre caza en diferentes medios informativos un hilo conductor ha hilvanado a muchos de esos artículos y reportajes. Podría resumirlo en una frase: Los cazadores españoles, a pesar de su gran número, viven en un gueto, se comportan como tal, adoptan posiciones defensivas, casi dan por pérdida la batalla de opinión pública y son incapaces hacer valer sus hechos y razones como los más eficaces y probados de los conservacionistas.
De está convicción se derivan muchas sendas, trochas y veredas: Las causas que han motivado la actual situación. La implantación de una filosofía falsaria y mentirosa que sepulta la verdad de la Naturaleza en la acaramela fábula virtual “disneyana”. La incapacidad del sector de hacerse oír en los grandes medios generalistas. El complejo del cazador ante el ecologista. La necesidad de una posición activa y a la ofensiva, apoyada en datos, estudios, pruebas y razones, de la actividad cinegética como necesaria, positiva e imprescindible para la conservación y mejora del medio natural. El doble lenguaje vergonzantemente admitido por el que se permite que auténticos desalmados presuman de sus barbaridades mientras que con la boca grande se pregona el máximo respeto al medio ambiente. El encubrimiento y el silencio sobre hechos repudiables porque quienes los cometen son “de los nuestros”. Y así, todos los senderos que se bifurcan en otros tantos carriles que a su vez desglosan, cruzan y entrecruzan con todos cuantos ustedes quieran.

Todo ello sin olvidar ni por un momento otro elemento esencial que ha presidido todo cuanto he escrito y a veces ha aflorado en solitario y como única razón de ser de lo plasmado. La vibración humana ante la Naturaleza, el encuentro y la inmersión en ella, la búsqueda de una relación perdida pero impresa desde nuestro origen como especie y añorada en lo mas profundo de nuestro ser. Quizá porque ahí esté la razón intima de mi identidad como cazador. Niño de pueblo, (Bujalaro, Guadalajara), con un pie en el campo y otro en el monte, con un gran mastín como compañero y hasta caballito infantil, fui antes ecologista que cazador y sigo siendo las dos cosas. No hay asunto que más enfado me produzca que el intento sistemático de ocultar que el ecologismo en España ha sido obra esencial de cazadores, desde Félix Rodríguez de la Fuente a Miguel Delibes pasando por los fundadores de ADENA o de la SEO.

Pero siempre me ha negado a rendirme al generalizado desaliento de que “no hay nada que hacer”. Creo que por el contrario, hay mucho y puede hacerse. Pero para ello es necesario afrontar el quienes somos, como somos, cuales son nuestros flancos débiles, como corregirlos y como mostrar y demostrar, sin la más mínima vergüenza ni complejo, nuestra verdad a la sociedad española. Porque lo que nos vale de fondo y sobre todas las cosas es nuestra verdad.
Hace ya algún tiempo plasme en un decálogo, en una especie de diez mandamientos del cazador, los puntos esenciales de por desde tenía que ir nuestra razón y nuestra batalla. El hecho de que la Federación Española de Caza los hiciera suyos en uno de sus plenarios de Junta Directiva y Presidentes Autonómicos me animó a colaborar con ella y ahí sigo. El que en la RFEC estuviera, ante todo, representado el cazador de a pie, con el que me identifico más que con nadie, me ayudó a dar el paso de arrimar el hombro.

Hoy sigo con mi decálogo a cuestas y con esa idea básica de siempre y en la que creo, con fe científica, de que la caza es conservación y la conservación, caza. Y este decálogo el que os planteocomo punto de partida , por parte de los cazadores, para el debate cada vez más necesario entre todos los que estamos interesados en el Medio Ambiente y en la defensa de la Naturaleza. Carta de presentación expuesta ante el conjunto de la sociedad española con el legítimo orgullo de ser quienes somos y como somos. Sin doblez y sin soberbia pero sin tolerar ni la mendacidad ni el sambenito. El reto, y desde aquí lo lanzo, es debatir en el terreno de la verdad y con la verdad de los hechos. Con la ciencia, la investigación, los datos y las razones objetivas. Y, sin orejeras ni prejuicios, llegar a conclusiones y actuar en consecuencia.

1) LA CAZA CONSERVA LA NATURALEZA. La existencia de especies cinegéticas y de un hábitat adecuado, principal interés del cazador, es la base primordial del mantenimiento y progresión de las especies protegidas. Los cazadores, junto a la población rural, agricultores y ganaderos, somos los sectores sociales más interesados y decisivos en el mantenimiento del Medio Natural.

2) LA CAZA ELEMENTO ESENCIAL EN EL DESARROLLO SOSTENIBLE DEL MEDIO AGRARIO. El ejercicio de la actividad cinegética se ha demostrado como pieza básica y creciente en la sostenibilidad del medio agrario sin cuyo concurso, en muchos casos, este se ve abocado a desaparecer. Agricultores, ganaderos y cazadores son imprescindibles en el cuidado y mantenimiento del territorio rural.

3) LOS CAZADORES NO ALTERAN EL MEDIO NATURAL. Los cazadores no son, en absoluto, los causantes de la extinción de especies ni de la alteración traumática del medio natural. La roturación, la deforestación y el pastoreo humanizaron y transformaron el hábitat pero la vida salvaje supo adaptarse. A lo que la naturaleza no puede sobrevivir es a la contaminación, el envenenamiento la esterilización y la destrucción misma a través de la urbanización y del cemento.

4) LOS CAZADORES CONTRA LA CONTAMINACIÓN. Los cazadores estimamos que el ataque más brutal contra la Tierra se está produciendo con la emisión masiva de gases contaminantes, de productos tóxicos, de residuos no biodegradables, en suma por la contaminación de la atmósfera, de los ríos y de los campos que amenaza con llevar a la catástrofe al planeta y a la vida que se asienta sobre él. Instamos a los ecologistas a buscar puntos de encuentro y unidad de acción para afrontar un problema cuyas dramáticas consecuencias ya estamos empezando a notar.

5) VANGUARDIA ECOLÓGICA.- Los cazadores nos comprometemos a estar en
la vanguardia de la batalla por la conservación del medio natural y asumir como
propias las leyes proteccionistas tanto sobre entornos naturales en riesgo como
de especies en peligro de extinción.

6) POR UNA LEGISLACIÓN CLARA, CON UNIDAD BASICA DE CRITERIOS A NIVEL ESTATAL .- Los cazadores, que sufrimos la más caótica, fragmentada e incluso contradictoria legislación alumbrada por diecisiete cámaras legislativas de otras tantas comunidades autónomas diferentes exigimos una
homogeneización y clarificación legislativa que nos dote de una seguridad jurídica de la que ahora carecemos.

7) LICENCIA DE CAZA.- Los cazadores pedimos a las comunidades autónomas un acuerdo que, sin vulnerar los derechos de cada una de ellas, ponga fin al dislate de obligamos a conseguir diecisiete diferentes licencias, una por cada una de las 17 autonomías y cada una con diferentes normativas para su consecución, siendo, como somos, ciudadanos de un mismo Estado.

8) RECURSO ECONOMICO. La caza es un recurso económico de primera magnitud, esencial en la renta de varias comunidades autónomas, regiones y comarcas españolas. Urgimos a la administración estatal a cuantificar tanto su impacto directo como indirecto en el PIB (Producto Interior Bruto) y su aportación a la riqueza de España y a actuar en con secuencia, protegiendo tal fuente de riqueza, recursos y puestos de trabajo para el conjunto de la sociedad española.

9) TRATO JUSTO Y DIGNO.- Los cazadores exigimos, dada nuestra aportación a la preservación del medio ambiente y a la creación de riqueza, el ser tenidos en cuenta por todas las administraciones y ser convocados a los foros en los cuales se toman decisiones que nos competen y afectan y no ser sistemáticamente marginados de debates, cuando no considerados como agresores y presuntos culpables.

10) COMPROMISO CONSERVACIONISTA. Los cazadores reafirmamos nuestro compromiso conservacionista y para ello nos comprometemos públicamente a ser los primeros en denunciar y perseguir a quienes en nuestro colectivo cometan delitos contra el Medio Ambiente. Manifestamos nuestro respeto a todas aquellas personas, asociaciones e instituciones que desean disfrutar de la Naturaleza y que luchan por mantenerla y exigimos para nuestro colectivo ese mismo trato de respeto.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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