Me marcho a los premios “Planeta”. Este año no sé, lo prometo, a quien van a dárselo. Tampoco me he preocupado mucho. Pero esta mañana mismo he empezado a oir quinielas . Fernando Savater, Juan Jose Millas, mi amigo Antonio Gómez Rufo y ¡Boris Izaguirre!, que suena con fuerza aunque más bien como finalista.
No ha aparecido, todavia, el nombre de Joan Laporta, presidente del Barca que como saben se presento como mascarón de proa de la intelectualidad catalana en la feria de Frankfurt . No se le conoce hasta el momento libro alguno, pero eso se arregla de inmediato. Cualquiier «negro» le puede escribir uno en un pis-pas. Por supuesto en catalán, claro.
Por ahora ya les digo, su nombre, no suena. Pero creo que esa astracanada sectaria y provinciana que han protagonizado los talibanes de la lengua catalana será la comidilla de la cena.
Lo gracioso en el transcurso de la cena son las votaciones, aunque la mayoría de los años el ganador y el finalista estaban en boca de todos desde días y hasta semanas antes del fallo del jurado .
Un año nos divertimos mucho en una velada nocturna con un juego que era “¿Qué daría usted con tal de que no le dieran el premio a…….”?
Yo ofrecí un “piazos” si no se lo daban a Cela. Dragó unos almendros en Soria con tal de que no se lo dieran a Cebrían y asi uno a uno .Guardó el documento Anmtonio Prieto.
Dada mi capacidad de influencia no fue nada extraño que al año siguiente y sin esperar uno más le dieron el premio a Cela . Se sabía y hubo una pitada, de las pocas o única que se ha oído al anunciar el nombre del ganador. Quedo finalista Ángeles Caso , que triplicó en ventas a la ganadora. A Camilo José Cela le tengo una gran admiración como escritor en un tiempo (La Familia de Pascual Duarte, La Colmena, Viaje a la Alcarria). Como persona y yo como alcarreño lo sufrí y aun más a Marina . La novela ya era de su decadencia y era un verdadero bodrio, incluso con acusaciones de plagio “La cruz de san Andres” se llamaba.
A Cebrían, Dragó debe haber entregado las almendras, no se lo han dado todavía . Esta noche parece que tampoco. Se ha contado que todas las novelas de la final, diez, son “novela histórica”. Llego tarde o me quedo antes con mis paleolíticos.
Lo cierto es que no me he presentado a un premio literario desde 1984 cuando gane con “La cruzada del perro” el “Tigre Juan” de Oviedo. Entonces los premios eran más humildes. Pero , al menos, eran honrados.