Hiprogresía: lo que quiero para los demás no lo quiero para mí. ¿Adónde fue Maragall a hacerse los análisis?
Los socialistas quieren que los españolitos que no militamos en su secta usemos los servicios que ellos desprecian, y encima que lo hagamos de manera obligatoria. El caso más repetido es el de la educación de los hijos. Cientos de altos cargos socialistas envían a sus hijos a centros privados carísimos y a colegios religiosos.
Pero hay otros casos, como el del diagnóstico de Alzheimer de Pasqual Maragall. Según un periódico:
El diagnóstico fue confirmado la pasada primavera en el Hospital General de Massachusetts, en Boston. Maragall acudió a este centro de referencia mundial en la investigación del alzhéimer junto a la neuróloga Teresa Gómez Isla, que a partir de ahora dirigirá su historial clínico en Barcelona.
Unas semanas antes, el valenciano catalanista Bernat Soria, ministro de Sanidad, había declarado en El Mundo:
En sus comunidades [las gobernadas por el PP], genera una educación y una sanidad para ricos y otra para los que no son ricos.
Es decir, sembraba las plantas preferidas del PSOE: demagogia, odio, rencor, mentira…
Pues muy bien. Pasqual Maragall no se fía de los análisis que le hacen en un hospital de Barcelona y se marcha a comprobarlos a Estados Unidos, al hospital de la Escuela Médica de Harvard, y en el viaje le acompaña una neuróloga. Como cualquier españolito que tiene su vida en peligro. Claro que Maragall es un jubilado de oro: cobra 125.000 € al año. (La pensión media de jubilación es de 764 euros mensuales.)
No diría nada si los socialistas no trataran de igualarnos a todos por abajo, aparte de apuñalarse entre ellos. ¿Por qué yo tengo que pagar un seguro médico y un colegio privados puesto que no me gustan los servicios públicos?, ¿por qué los socialistas se niegan a promover la posibilidad de elección sin penalizaciones económicas y ellos, con dinero que nos han sacado a nosotros, recurren al sector privado, que antes han vilipendiado, en cuanto tienen necesidad? Montilla impone la inmersión en lengua catalana a todos los niños y adolescentes que caen bajo su jurisdicción, pero él lleva a sus hijas al Colegio Alemán, para liberarlas del catalán y de la chusma, para que formen parte de la elite.
Igualdad para todos, sobre todo para los igualitarios.