El cierto renacimiento de los grupos neonazis en España no es ninguna broma. No lo es cuando de nuevo hay muertos sobre las calles.
La ultraderecha no ha dejado de intentar organizarse y reorganizarse desde la desaparición del franquismo. Sus intentos electorales acabaron en fiascos y tan sólo en una ocasión lograron llevar a las cortes un diputado, Blas Piñar. Desde hace unos años parecen haber renunciado a tales vías , en las que sólo perseveran grupos de nostálgicos del viejo régimen. Los grupúsculos de ideología fascista, racista y neonazi han entrado en otras derivadas crecientemente agresivas y peligrosas que recuerdan a aquellas terribles “camadas fascistas” que masacraron a los abogados de Atocha al inicio de la Transición.
Ahora sus bandas y organizaciones, compuestas por gente crecientemente jóven, están proliferando y debieran preocupar a gobierno y policía que tal vez debieran de tomárselas bastante más en serio de lo que hasta ahora parecen estar haciendo. Sus agresiones menudean y cada vez son más graves. El asesinato del menor en Madrid tiene precedentes en agresiones violentas, heridos graves y homicidios frustrados como el que se ha juzgado hace unos días en Guadalajara y que ha concluido con la sentencia de tres años de cárcel para el agresor que ya no entrará en la cárcel y cumplirá unicamente los ocho meses que pasó como preventivo.
Los hechos juzgados ocurrieron hace más de un año en la capital alcarreña y fueron jóvenes de ideología neonazi los que agredieron a estos de ideología izquierdista en un bar de copas, el “Chinasqui”. El hecho no era como se pretendió hacer creer por la autoridades un hecho aislado. Los grupos ultras, lo señalé en este blog proliferan en el corredor del Henares y en Guadalajara, y han protagonizado incidentes continuados.
Por el lado no puede obviarse la existencia de esos otros grupos de ideología ultraizquierdista, con títulos y autodefiniciones de lo mas asumible ,como antifascistas, o antiracistas pero en ocasiones trufados de comportamientos violentos.
En todo tiempo, incluso en los de mi juventud antifranquista y de militancia en el PCE, hubo grupos de estas características . Entonces más universitarios que suburbiales , más de niños bien que de desarragaigo, pero siempre con esa tendencia al extremismo y a la violencia. Entonces eran bastante más teóricos y de salón pero las soflamas contra los del PCE tachándonos de traidores al proletariado y a la revolución (hoy muchos de ellos ocupan cargos en el PSOE, en Prisa y hasta en el PP) eran similares a las que hoy estos también utilizan . Aunque en efecto hay diferencias. Ahora es otra extracción social y las organizaciones y comportamientos tienen matices mucho más directos, agresivos y violentos. Ni entonces ni ahora compartí con ellos ni métodos ni, en realidad, filosofía. Hoy , según cuentan los medios de comunicación éstos grupúsculos se organizan en parecidos grupos a las tribus urbanas de sus enemigos y no dejan de asemejarse en ocasiones en métodos. Señala también la policía la infiltración en sus filas de «batasunos» y otros especímenes interesados en reproducir su violencia callejera en todo el territorio. Me creo lo justo, pero tanto en Madrid y desde luego en Barcelona algo o mucho de elo si que existe. En Barcelona sin necesidad de que les adoctrine Batasuna. Ya tiene suficiente con los suyos.
La asamblea relatada por el periódico «El Mundo» me parece muy creible y creo que radiografía el pensamiento, la estética y los elementos que los definen.
Ahora bien estamos ante hechos y, amen de estas aproximaciones, no debemos de olvidarnos de ellos que son los importantes. No podemos confundir, por mucho que haya tambien elementos rechazables, a la victima y al verdugo. El menor, 16 años, de ese grupo de jóvenes izquierdistas, ha sido agredido y muerto por un joven neonazi, con intención clara de matar , de hacerlo por puro odio ideológico. El caso se repite. En Guadalajara tambien se produjo una agresión parecida.
Asi que, dejándonos de comparaciones y equidistancias, ante lo que estamnos es ante hechos violentos y delictivos. Y lo que debe hacer la policía es detener a los delincuentes. Los grupos neonazis deben ser disueltos, desarmados y detenidos si hubiera pruebas para hacerlo. De igual modo si en ese sector de la ultraizquierda se pretenden realizar actos violentos , si se pretende tener bula para responder con esas mismas armas, no hay coartada que valga. El asesino tiene que ir a la cárcel y pagar por sus crímenes pero esto no es la jungla ni debe permitirse que alguién quiera erigirse en una banda que se tome la justicia por su mano. La ley para todos y ninguno puede sentirse y actuar por encima de su cumplimiento en virtud de no sé que designios sagrados, valores patrios o revolucionarios.
Lo siento pero todos estos grupúsculos me han parecido siempre bastante descerebrados. No entiendo que iluminación trastorna sus cabezas ni puedo llegar a comprenderlos y desde luego jamás se me ha ocurrido justificarlos . Pero no es de ahora y por edad. Es de siempre y por mínimo sentido común y una cierta medida de las cosas, de la vida propia y de la de los demás.
