Arabia Saudí es una dictadura familiar atroz, como Marruecos, pero mucho peor. La Biblia y los crucifijos son un delito, en cambio el Mein Kampf de Hitler se puede leer libremente.
Acabo de conocer un blog que os recomiendo sinceramente. Lo escribe un español que reside en Arabia Saudí y cuenta cómo es la vida allí. Reproduzco uno de sus posts.
Los saudíes pueden leer el Mein Kampf pero no la Biblia.
Este libro se ve mucho en las librerías y secciones de libros de los supermercados de Arabia.
No seré yo el que defienda la censura o las limitaciones a la libertad de expresión, pero no deja de ser curioso que los saudíes puedan leer el Mein Kampf en árabe y no puedan leer la Biblia. Me resulta curioso ¿no os parece?
Me cuenta un amigo que está en Siria, otra dictadura familiar, ésta vestida como república, hay algo más de libertad, pues se pueden comprar el Mein Kampf y la Biblia.
Otra recomendación: la editorial Gota a Gota acaba de publicar ¡Atrévete a vivir!, de Robert Redeker. Es un diario en el que este profesor de filosofía francés cuenta cómo cambia su vida desde el momento en que publica un artículo crítico del islam. Por supuesto, para desmentir sus prejuicios sobre los musulmanes, varios de éstos le amenazan de muerte. Lo peor es la indiferencia del Estado francés y de la intelligentsia de izquierdas ante su suerte. ¡Si hubiese criticado al catolicismo, nada le ocurriría! He empezado a leerlo y reproduzco unas líneas:
Ignoraba que los profesores con la mejor conciencia de izquierda de la izquierda , pudieran inyectar veneno mortal a un hombre ya condenado a muerte. Simplemente ignoraba hasta dónde podía llegar su ferocidad. (…) La salas de profesores de Francia son el último reducto donde aún se celebran regularmente procesos estalinistas.
Pues esta gentuza domina los institutos y las universidades a ambos lados del Atlántico. Han pasado de promover el comunismo a promover el islam, y todo por odio a la Iglesia y a Occidente.
