El Madrid de las tertulias, los politiquillos y los columnistas se distrae con la polvareda y la barahúnda causadas por el nuevo Gobierno/a de ZP y las peleas dentro del PP ocultan asuntos muy importantes, como la alteración de la sociedad expañola y la putrefacción en el PNV, aliado zapaterino.
Primer asunto
El director financiero del Museo Guggenheim, pillado robando. Su carta aparece en otro blog de Periodista Digital. Este museo, que inauguró el Rey sin que ondease la bandera española ni sonase el himno nacional, es otra dependencia de la finca peneuvista. En él entró a trabajar el hijo del delincuente Juan María Atutxa como jefe de personal (digo delincuente porque ha sido condenado por el Supremo). El ladrón, Roberto Cearsolo Barrenetxea, es sobrino del ex lendakari José Antonio Ardanza, veraneante en Maketania y acomodado en la presidencia de Euskaltel.
Segundo asunto
Una facción del PNV, que controlaba la Diputación de Guipúzcoa, accedió a datos fiscales de un rival, Jon Jaúregui, afín a Joseba Egibar, sobre su sospechosa fortuna inmobiliaria, y en vez de entregarlos a la inspección o a la fiscalía, los filtró a la prensa. El partido ha pedido a José Juan González de Txábarri que dimita.
¡¡En estas sucias manos están los datos personales de los vascos!! Si hacen esto con sus correligionarios de batzoki, ¡qué no harán con los demás!
Tercer asunto, que ya mencionamos aquí y repetimos para que se comprenda el cutrerío de estos paletos.
El director de la Fundación Balenciaga, asentada en Guetaria, territorio boina, para llevarse bien con los concejales de los alrededores se dedicó a regalar pañuelos del modisto a las señoras.
Frase (racista) de Arzallus:
Somos más ordenados, más trabajadores; sabemos hacer las cosas mejor y con menos dinero. No necesitamos a Madrid para nada.
¿Os imagináis lo que harían estos miserables sin frenos ni límites?
¡¡VIVA EL CENTRALISMO!!
