El ron, es con permiso de la ginebra, la bebida de la aventura. Goza de fama marinera, batalladora y pirata. Es la bebida selvática, la de la luz de las hogueras y el sonido de los tambores. Va unida a la música y tiene mas que ninguna un indudable perfume de sensualidad . El ron es calidez , aromas de noche y sabor de dulces pecados. Es noche, es ardor y es caribe.
Porque todos creen que desde el comienzo de los tiempos ron y Caribe van unidos. Y no es del todo así. En realidad la caña de la que se extrae no es en absoluto autóctona de aquellas tierras. Los españoles trajimos de América muchas cosas. El tomate, el pimiento, la patata , el maíz, el cacao o el tabaco. Pero la caña la llevamos.
La caña de azucar proviene de Asia y a la península ibérica la trajeron los árabes, donde se aclimato especialmente bien en la costa sur del mediterráneo ( por Málaga y Motril siguen existiendo las ultima plantaciones y destilándose los últimos ron españoles) y de ahí la llevamos a América donde , eso si es cierto, encontró su tierra de promisión, su paraíso. Tanto que hoy hasta parece haberse olvidado su origen y se la identifica con esa
región del mundo, tanto de sus islas como de su zona continental..
Esta diferencia entre ron de isla y ron continental es quizás la más importante a tener en cuenta para los amantes de este licor. Esa procedencia marca unos matices y unas texturas diferentes. Los rones isleños tienden a ser más secos mientras que los continentales tienen fama de mayores tonos suaves y hasta dulzones. Entre los primeros los hay míticos como aquel Matusalén cubano, al que ahora se imita de nombre pero no de aquellas inmejorables hechuras, y hoy los dominicanos se llevan la palma, sobresaliendo entre ellos los estrellas de Barcelo, como su cotizado Imperial.
En el continente el ron venezolano ha avanzado enteros y colocado a uno de ellos su “Santa Teresa 1797” en la cima, aunque expertos aseguran que el “Zacapa” guatemalteco o el “Flor de Caña” Nicaragüense le disputan con éxito ese trono.
Con permiso de la ginebra
Pero si el ron es caribeño y americano, la ginebra es quien conquistó África, o al menos la colonizada por los ingleses. Aunque en realidad no fue el “gin” sino la tónica. Esta bebida contiene algo de quinina (el milagroso polvo de los jesuitas contra la malaria) y a darle al gin-tonic con mucha disciplina inglesa atribuyen alguno que los exploradores ingleses y el famoso Denis Fitz-Hutton (el protagonista real de “Memorias de Africa” vencieran a las malignas fiebres.
