¡Menudo fracaso del modelo universitario! ¡Y los políticos siguen abriendo universidades públicas!
Pascual Tamburri es un catedrático de institituo navarro que se atreve a criticar el sistema educativo nacional y autonómico. Ha expuesto sus ideas y su experiencia en el libro Genocidio educativo.
Desde el último franquismo, todos los ministros de Educación han querido producir titulados universitarios. ¡Que todo el mundo tuviese un diploma, que ya se colocarían luego en las Administraciones! Así, disponemos de sociólogos subempleados pero no de albañiles, de médicos y enfermeras que prefieren marcharse a Inglaterra, de ejecutivos que hablan catañol y desconocen el inglés… Tamburri cuenta que el Gobierno navarro (de UPN) está pensando en abrir un nuevo centro universitario en la región, donde ya hay dos universidades, y al lado las de La Rioja y del País Vasco.
De entre sus columnas dedicadas a la educación, destaco la última, donde da el siguiente dato:
El 74% de los nuevos bachilleres navarros ha elegido cursar Formación Profesional. En junio de 2008 se han batido todas las marcas: 2300 jóvenes navarros que podrían por su titulación haber accedido a la Universidad han preferido un módulo formativo de grado superior. A ellos hay que añadir los que provienen de la FP de grado medio y los que, habiendo empezado estudios de Bachillerato o de Universidad, los abandonan para encaminarse a la FP.
(…) los jóvenes han sido más sagaces que los diseñadores progres del sistema de enseñanza, y encaminados a la «utilidad» se nos van a la FP. Lo cual debe plantear de nuevo el futuro de tantas decenas de universidades doblemente inútiles: inútiles para el sistema productivo, al que bastan muchos menos universitarios que lo sean de verdad; e inútiles para una formación superior de verdad, porque en su mayoría no pueden darla. Los políticos de provincias (vistas las transferencias) tienen ahora en sus manos el cascabel del gato: ¿Apostar por la «utilidad» (mucha FP de calidad y pocos universitarios técnicos y muy cualificados)? ¿Engañar una vez más la gente y llamar Universidades a lo que no serán sino grandes centros de FP? ¿Seguir derrochando dinero con el modelo LOU para fingir que formamos gente que cursa estudios «inútiles» y a la vez deseducativos?
Ejemplo de derroche: los estudios de filología catalana y gallega. Y luego, a traer médicos argentinos aunque no hablen euskera.
Otras columnas de Tamburri: la inutilidad de los títulos universitarios y el origen de las notas.
