Una buena noticia entre tantas malas: el Papa insistirá a los obispos en que designen exorcistas en todas las diócesis.
A la salida de la Misa Tradicional, un amigo me cuenta que en la página de Una Voce Málaga se da una excelente noticia: el padre Gabriel Amorth, un experto exorcista, afirma que el Papa está preparando un documento para que no haya diócesis católica sin exorcista oficial. La noticia viene de otro blog, cuyo autor la sacó de una entrevista.
«La nota del Papa la conozco perfectamente de memoria. Gracias a Dios, cuanto antes, los Obispos serán ‘obligados’ a nombrar exorcistas en contra de su escepticismo. (…) Con este documento, el Papa ordenará a los Obispos nombrar el número necesario de exorcistas para liberar a las personas poseidas del demonio en la propia Diócesis. Finalmente, después de años de batalla por parte de nosotros los exorcistas, los Obispos no podran más rehusarse a delegar sacerdotes para expulsar al diablo.»
Esperemos que si el Papa Benedicto XVI promulga esta instrucción los obispos le hagan más caso que el que están haciendo a los fieles que solicitan la Misa Tradicional, al menos en España.
Me asombra que en un mundo donde hay tanta violencia e injusticia, la creencia en el Diablo esté desapareciendo. Muchos de nuestros contemporáneos, que tienen cubiertas todas sus necesidades materiales, conciben una vida tan triste que sólo se preocupan de prepararse una muerte aséptica. Ya no hay muertos, sino ausentes. ¿De dónde pueden provenir esa desesperanza y esa crueldad? Antes, la Iglesia incluía la tristeza entre los pecados.
