La Marea de Pérez Henares

El insulto, tumor de blog

Cuando ustedes lean esta entrada yo estare en pleno vuelo hacia Ecuador. Un imprevisto viaje de trabajo me envia durante una semana a aquel pais, muy querido y en varias ocasiones ya visitado, de donde regrasaré ya el próximo sábado. Procuraré no desatender en lo posible el blog e intentare hacer alguna entrada desde allí.
Antes departir si quiero compartir algunas reflexiones con ustedes sugeridas en buena medida por lo sucedido en La Marea en estos últimos días.
Muchas veces me he quejado de las formas, del vocabulario insultante y en ocasiones gravemente delictivo que amparado en el anonimato se exhibe en los blogs y en general en internet.

So pretexto de «libertad de exprtesión » se conculca uno de los principales elementos de la misma: el respeto a los derechos de los demas. Y se utiliza algo que la corrompe y la pervierte hasta extremos repulsivos:

Emplear el insulto, la injuria y la calumnia desde la impunidad, desde la cobardia del anonimato. O sea, tirar la mierda pero escondiendo el culo. Pretender ejercer un derecho y abusar del mismo peroocultandose, pretendiendo no ser responsable y huyendo, escondiendose vilmentede la propia acción.

Los dos elementos, confudir libertad con insulto y derecho con impunidad anónima, son sistematicamente conjugados en internet y son cada vez más la terrible lacra de blog y del conjunto de la red. Obligara, ya lo está haciendo en muchos portales, a medidas de control y de identificación.

Es loógico y hasta necesario que así vaya haciendose. Pero existe otro elemento que me preocupa derivado de este.

Estos «insultadores anónimos», ¡menudo sarcasmo! son los que más claman por sus libertades, y tachan de censura cuando se ampara el derecho a la dignidad de las personas, jamás se plantearían acudir a un programa de radio o a tv o escribir en un periodico exigiendo que desde su total impunidad de no dar la cara les permitieran acribillar a injurias todo bicho viviente. Ni siquiera se lo planetan. Lesparece y es, imposible.

Todo el mundo sabe que para escribir una carta en un periodico o un articulo o para entrar en una radio o en cualquier medio de comunicación lo mas normal, minimo y exigible es identificarse. En realidad lo que más hacemos, hasta para entrar a un medio de transporte o a una empresa, es identificarnos. En todos los sitio, en todos los medios de comunicación. Menos en Internet.

Pero en Internet algunos pretenden que pueden seguir insultando y calumniando lo que les venga en gana sin dar jamás la cara.

En realidad lo que esto esconde es un doble desprecio.

Primero por el medio. Tratar así a Internet es un menosprecio , una auténtica infamia contra el propio medio de expresión. Es asumirlo como algo de baja estofa, como una gigasntesca mierda, en suma, en la que cada cual puede depositar la suya.

Es, en segundo lugar, una falta de respeto por uno mismo. Porque estoy seguro que quienes escriben alguna cosas que aquí escriben se avergonzarían de que sus vecinos o conocidos supieran que utilizan la red para escribirlas.
Es, y habrá que ponerle remedio, el tumor maligno que puede arruinar la maravillosa libertad y la capacidad de comunicación intereactiva que ofrece el mundo blog.

P.D. Escrito lo cual y contando con que el blogger no podrá estar al quite durante algunos días, no tardará en aparecer prueba de lo dicho.

(PD. Algún habitual me pregunta a traves del contacto si seguiré siendo contertulio del programa «la mirada crítica» de Tele 5. No. Al marcharse Vicente Valles y con el fichaje como directora de Maria Teresa Campos esta ha renovado, logicamente, su equipo de colaboradores y yo no estoy entre ellos. No significa ello que abandone Tele 5, pues Ana Rosa Quintana si cuenta conmigo para su mesa política. En cualquier caso, a mi vuelta de Ecuador os indicaré donde estaré en la nueva temporada tanto en radio como en televisión.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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