Las progras me están haciendo el blog. Después de Lucía Etxebarría aislada en Marruecos(¡¡4.000 entradas tuve ayer!!), ahora Maruja Torres, pluma destacada de El País. Éste debe de ser el otoño caliente del que hablan. Menudo ojo tienen los jurados del Premio Planeta.
La periodista Maruja Torres, en pleno uso de sus facultades físicas y mentales, nos ha dado una lección sobre cómo contribuir a salvar el Planeta -no el premio, que ya le dieron-, y lo ha hecho con una llaneza que San Al Gore debería de imitar.
«Cuando hago un pis cargado por la mañana no tiro de la cadena, espero varias horas con la ventana abierta. Yo no me ducho cada día, no soy tan guarra como para necesitar ducharme cada día. Yo me hago abluciones.»
(Aunque lo de guarra da mucho juego, voy a contenerme.)
«Me ‘abluciono’ las partes contratantes y cada tres días me meto una ducha con cuidado.»
(Con cuidado de qué?, ¿de mojarse?)
«Yo lloro mucho cuando un árbol desaparece»
(¿Cuántos árboles se han talado para imprimir sus libros y sus columnas?)
«una cosa tan hermosa» como ver fluir el chorro de agua y perder el tiempo con el «pescadito» bajo él, «ya no puede ser». «A eso no tenemos ningún derecho -ha proseguido-, por nuestros hijos y por los hijos de nuestros hijos».
(Recuerdo que esta señora, que no tiene hijos, ha reconocido haber abortado.)
«(…) ella no es ningún «monje» y ha sido una «consumista desaforada»
(Vaya con la conversa. Primero derrocha ella y ahora nos riñe a los demás que no hemos tenido su tren de vida.)
Dos propuestas que, incomprensiblemente, se le olvidaron a Maruja Torres:
-Sustituir la ingesta de agua por la de alcoholes variados. (Me sorprende que no se le haya ocurrido.)
–Mear en la ducha, así se ahorra el agua de la cisterna. Consejo de otra miembra del santoral progre: Mercedes Milá.
En esta lista de declaraciones íntimas, no podía faltar la zejera Concha Velasco:
Yo padezco incontinencia desde niña. Cuando me río es la ecatombe (sic). Y si me pasa en el teatro… puede llegar a ser un problema tremendo.
En especial para la primera fila de la platea.
Ante esta pérdida imparable del sentido del pudor por las hordas progras sólo encuentro un remedio: el burka.
CODA: Vista la solidaridad que practican los progres de la política y el espectáculo y dado que la Diputación de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza están presididos por sendos socialistas -aquí no hay paridad-, las declaraciones de esta señora, ¿fueron gratis o de pago? Porque si encima se pagaron es para mear y no echar gota.
