El incidente de los zapatos arrojados por un aguerrido periodista iraquí a George Bush demuestran que este desgraciado país cada vez se aproxima más a una democracia. En Expaña, uno que le dijo a ZP que el Sáhara no es marroquí, o sea, por decirle la verdad, ha sido procesado.
Un periodista iraquí ha tirado sus dos zapatos a la cara de George Bush. Un incidente tan desagradable nos sirve para comprobar el avance de esa país.
Si siguiese vivo Sadam Husein.
-¿Se habría atrevido ese periodista a tirarle un zapato?
-¿Se habría visto el suceso en televisión?
-¿Se habrían atrevido varios abogados a ofrecerse a defenderle?
-¿Habría sido puesto en libertad, con todas sus uñas intactas?
Por cierto, ¿qué hizo este periodista durante el reinado de Sadam?, ¿fue igual de valiente que con Bush?
Recuérdese cómo actúan los servicios de seguridad de nuestros amos.
Uno:
El vicepresidente de la Asociación Canaria de Amigos del Pueblo Saharaui, Alberto Negrín, ha sido acusado de desobediencia y alteración del orden público tras gritar al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que ha ‘vendido’ el Sahara, por lo que fue desalojado del Auditorio de Tenerife.
Dos:
El comisario, como informó ABC, ordenó a sus subordinados que no dudaran de la versión del titular de Defensa: «Si el ministro dice que le han pegado, le han pegado y eso no se cuestiona», replicó a uno de sus agentes que tras visionar la grabación de los hechos le había dicho: «Jefe, aquí no se ve nada».
Tres:
Los dos autores de la caricatura de los Príncipes de Asturias que provocó el secuestro de la revista satírica «El Jueves», Manel Fontdevila y Guillermo Torres, han sido declarados culpables del delito de injurias al Príncipe Heredero.
