Con más de un millón de páginas descargadas tengo que agradecer a mis lectores, ocasionales, fijos o suscriptores, su interés en mi blog, ¡y qué mejor ocasión que hacerlo en Nochebuena!
Felicito a Fidel Torras, el único que firma sus mensajes con su nombre, a EmbajadorenelInfierno, a Juan Bravo, al Mariscal Zhukov, a Lola, a Carlos, a Escarlata, a Trajano el Hispano, a…
Entre los oponentes, trolls incluidos, felicito a Intowers, al Lapiz del Carpintero -¡cuánto tiempo sin saber de él!-, a Löwe, a Pucnik… Y como católico tengo que felicitar y desear feliz Navidad incluso a los que me insultan y difaman. ¡Qué le vamos a hacer!
Y no quiero olvidarme de varias personas que están sufriendo injustamente debido al corporativismo de la judicatura y los manejos del lobby gay: los padres de la niña Mari Luz y la familia del juez Ferrín Calamita. ¡Un retraso administrativo de unos meses en un proceso de adopción en el que intervienen dos lesbianas es más castigado que una negligencia por la que un condenado a cárcel queda libre para matar!
Cuanto más conozco la cobardía y la maldad de tantos seres humanos, más comprendo el pecado original, así como la hecho de que sólo Dios nos puede redimir.
Benedicto XVI: Navidad, una fiesta de dimensiones cósmicas.