La Marea de Pérez Henares

Lo mejor y lo peor del 2008

Lo mejor: el deporte. Lo peor: el paro

El ánimo nos lo han subido nuestros deportistas que en ocasiones han logrado un imposible metafísico: que los españoles nos sintiéramos españoles e incluso orgullosos de serlo. Nadal con su genio y su humildad, la selección de futbol y su cascarrabias entrenador convertidos en sueño y leyenda donde antes sólo había frustración de “cuartos”, los ciclistas Contador, Sastre y Sánchez, Cayetano y Verdasco, los héroes inesperados de la Davis, el equipo de baloncesto no rindiéndose ante nadie, que ante USA ganaron los árbitros, y el peleón Alonso que al final ganó carreras sin coche, han sido los ases de una baraja de competidores magníficos. El nacionalismo aldeano enseño su cara de imbecil más total cuando en aquellos días de la Eurocopa , los peneuvistas Erkoreca y Egibar y los “camisas negras” de ERC encabezados por su lumbrera Tardá expresaron públicamente su deseo deque nos ganara Rusia.

El paro es la negra garganta del lobo de la crisis. Metidos de lleno en sus fauces que no dejan de ensancharse y amenazan con tragarse el bienestar de todo el país, no se vislumbra en el horizonte cercano otra cosa que la de ir a peor. La crisis económica ha puesto o empieza a poner ante el espejo ciudadano a un Gobierno que primero la negro hasta el paroxismo, acusando de antipatriotas y catastrofistas a quienes la anunciaban, se pasó cuatro meses buscando seudónimos para no mentarla por su nombre, saco pecho ante los vecinos europeos diciendo que nosotros casi ni íbamos a sufrirla, se consideó lider mundial porque fue, invitado por Sarkozy, a la cumbre del G-20 y ahora su visionarios presidente el mensaje que larga a la razón es que su oráculo de Delfos le ha dicho que esto se arregla en dos”patás” y que para abril trabajos mil y al final del 2009 vuelta a Jauja. Las perspectivas de “jauja” para finales de ese año son de 4 millones de parados.

Lo mejor del Gobierno: La rectificación en política antiterrorista. En los hechos tal ha sido. Un giro de 180º grados. Pilotado con firmeza y acierto por Rubalcaba y con unas Fuerzas de Seguridad del Estado, al margen la inoperante Ertzaina, cada vez más eficaces y preventivas. Serán siempre muchos, pero los atentados mortales de ETA se han cobrado cuatro muertos, y su capacidad ha sido muy mermada, con su cúpula convertida en un queso gruyere. El borrón es la secuela del innombrable Proceso de Paz: ANV en los ayuntamientos y el PSOE jugando aún bazas electorales para no desalojar a los terroristas de una vez por todas de su escaños y dineros públicos.

Lo peor del gobierno: muy buena parte del Gobierno. Unos porque están socarrados, como Solbes, incapaz ante la adversidad, otros porque parece mentira que hayan podido llegar a ministros de una país que presume de octava potencia del mundo. Su principio de Peter quedaría más que rebasado con ser concejales. Más de la mitad del Gobierno es penoso en todos los sentidos ,en lo técnico y en lo político .A expensas de que con Obama vuelva la concordia con EE.UU., en el conjunto la política internacional ha sido delirante, entre la fantasmagórica Alianza de Civilizaciones, sala Barceló incluida, y los abrazos con Chaves y sus comparsas.

Lo mejor de la oposición: la recuperación de un discurso más moderado y constructivo. Dejar atrás la obsesión del 11-M.

Lo peor: la falta de un liderazgo indiscutido. El congreso de Valencia se cerró en falso. Rajoy aguanta pero no se afianza del todo, su rivales,lease Esperanza Aguire, no se atreven a presentar una batalla clara yen fondo y forma. Con ello todo queda en conspiración continua de ola podrida a la espera de resultados electorales.

Lo mejor del presidente: lograr ganar las elecciones . Y el impresionante bocado al electorado del nacionalismo más radical en Cataluña y Euskadi.
Lo peor: su optimismo patológico y su negación de la evidencia. La falta de verdad en su discurso y la ausencia del mensaje de sacrificio y esfuerzo para afrontar la crisis.

El temor

El año acaba con los peores presagios en cuanto al Estado y su vertebración, unidad y solidaridad. Zapatero rinde los intereses nacionales y generales ante las desaforadas apetencias (insaciables siempre, mañana querrán más y jamás se darán por contentas) autonomistas e independentistas . El nuevo pacto de financiación solo tiene un objetivo : contentar al tripartito catalán, ahora encabezado en sus arrebatos de soberanía y separación nada menos que por el propio partido socialista que , trasladado el voto obrero y emigrante a la orilla nacionalista, ahora amenaza hasta con la escisión.
Lejos de plantar cara , la solución que se adopta es el peor error, y además ya cometido: el de café para todos. Seguir desguazando el Estado ante los reinos de Taifas autonómicos. Con la complicidad de una clase política que allí ha encontrado su lugar de medro, boato, poder ratonil y ambición personal. En plena crisis más dinero al despilfarro. Los “barones” populares, por supuesto, incluidos. Ellos están como todos en el enjuague. Rajoy en esta ocasión es merecedor de todo el aplauso con su discurso nacional y en defensa de los intereses generales de los españoles. Muchos de los suyos, cegados por su ambición de ratón, repito, prestos a entrar en el juego y el reparto del botín.

Cada vez parece más evidente que el gran problema de España radica en esta cuestión y que cuestionar el Estado Autonómico empieza a ser una necesidad de superviviencia para la nación y la ciudadanía española . Lo es cada vez más palpable cen la opinión publica. Pero los dos grandes partidos nacionales no quieren ni oir hablar de ellos. Es más, se dice incluso aquello de que , en efecto, es una aberración y hasta una catástrofe pero que es “es irreversible”. Pues no. Que presuntuosa y ciega manera de ver la lección de la historia. Irreversible no ha habido jamás nada. Ni Roma fue irreversible, como para no serlo las “autonomias”. Que soberbia esta de los mediocres .

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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