Una escritora catalana de izquierdas, cargada de premios, que odia Madrid, que medra gracias a sus amantes… y que cobra conferencias que dan sus negros, digo, subsaharianos. ¿Quién será?
Uno se encuentra noticias descacharrantes en la prensa que merecerían las portadas en vez de las tonterías que se han escrito y dicho sobre el vestido de Carmen Chacón en la Pascua Militar (por cierto, ¿qué cabe esperar de una ministra de Defensa que no asiste a un desfile militar porque se va de puente con su marido a Lisboa? En Expaña, que sea el ministro más valorado).
J. J. Armas Marcelo publicó una columna en el ABC de las Letras en la que desvela algunas intimidades de una de las gallinas del corral progre (lo de gallina es por la pluma; es decir, una metáfora de escritora; lo explico por si los abogados no lo entienden).
Una inverosímil premiada escritora catalana, con «negro» y todo, fue contratada para dar una conferencia sobre Quevedo en un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme ahora. La señora aceptó, y luego le pidió a un amigo que le hiciera de «negro», que le escribiera el discurso porque ella no sabía nada de Quevedo. Su amigo se escurrió como pudo, y entonces la impostora se sacó de la manga una amiga que sí sabía de Quevedo. La amiga de la señora dio la conferencia sobre Quevedo y la señora la acompañó. ¿Por cortesía? No exactamente. Al final de la conferencia, la Fundación que la había contratado le pagó a la amiga de la señora los emolumentos del acto. Y entonces, ante el asombro de los organizadores, la señora escritora catalana tan odiada en Madrid, según ella, reclamó su dinero afirmando en voz alta que ella había renunciado a dar la conferencia, «pero no a cobrarla». Y se la pagaron también a ella…
(…) Ahora amenaza con un libro vengativo contra quienes le hicieron «su vida imposible» en Madrid: tanto daño me hagas como miedo te tengo. (…) De lo que estoy seguro de antemano es de que la señora no sólo no sabe nada de Quevedo, sino que ni siquiera sabe redactar. ¿Cómo va a saber escribir y cómo, además, va a saber escribir un libro? Y, sin embargo, está premiada varias veces…
(…) Ella era ya una galletona mitificada por la estupidez de algunos de sus amigos y por la blandura de bastantes de sus hombres, los mismos que fueron ascendiéndola al nivel de las estrellas cuando todos ellos sabían (y ahora lo saben mucho más) que no era más que una vampiresa insaciable que se alimentaba del prestigio de sus amoríos públicos.
¿Quién puede ser la mentada? Escritoras catalanas de izquierdas y con todos los premios establecidos en el franquismo. No hay tantas. Animaros.
En los buenos tiempos, o sea hasta que el desarrollismo nos civilizó, la aludida habría replicado con otro cañonazo y los lectores nos habríamos divertido un rato con la batalla. Hoy, en tiempos avanzados, asépticos y progresistas, esto se zanja con una querella y con el aullido de «machista». Cada vez me gustan más los tiempos antiguos: había más ingenio y libertad.
CODA: Leído en ElConfidencial. Casablanca como destino de los titiriteros.
Desde que Rosa León se hizo cargo de la dirección del Instituto Cervantes de Casablanca, no es raro ver por esta ciudad magrebí a alguno de sus famosos e intelectuales amigos, caso de Víctor Manuel y Ana Belén. Curiosamente, en Casablanca hay una tienda muy frecuentada por todo turista que se precie y que, por eso de estar en el país vecino, escapa de las garras de la SGAE. Es la tienda de Mustafá.
Ya sé que es una pregunta inadecuada para al Expaña de ZP, donde el sexo y la voluntad rompen las barreras de la realidad y los méritos, pero ¿qué títulos tiene Rosa León para ser directora del Instituto Cervantes?
