La Marea de Pérez Henares

Los «Mortadelos» delPP

(reelaboro la entrada sobre el asunto ya con opinión más formada y análisis añadidos)

Los «mortadelos» del PP

En el proceloso asunto del espionaje madrileño, los otros y los unos y hasta los que pasaban por allí han decidido que antes que conocer los hechos merece mucho más la pena extraer consecuencias, asestar imputaciones, retratarse como victima, exhibirse como perseguido, acusar de conspirador o hacer del gato un ciempiés. O sea, soltar más humo que un película de indios.

Pero no es así, ni al final la fiscalía, la justicia y la investigación policial que habrá de producirse y que no parece tan difícil, va a dejar que sea así. En este asunto, a primeras dadas, y por mucho que se empeñen en marear perdices, no parece que vaya a ser en exceso complicado encontrar respuestas a las preguntas esenciales y más sencillas .

¿Quién ha ordenado el espionaje y los seguimientos?
¿Quién los ha realizado? ¿A quien se han entregados los “frutos” de ese espionaje?. ¿Cómo y quien los ha pagado?.

Estas son las preguntas que exigen inmediata respuesta más allá de cualquier otra consideración . Esto es lo que debe depurarse antes que nada y sobre lo que habrán de tomarse las decisiones tanto judiciales como de exigencia de responsabilidades políticas, si hubiera lugar a ellas .

No carecen, sin embargo, tampoco de relevancia las siguientes cuestiones: ¿Quién ha filtrado tales dossier y quien ha sido el “garganta profunda que los ha hecho llegar?. Las respuestas no pueden dar nuevas dimensiones al asunto. Y también otra cuestión nada menor que cada vez toma más cuerpo. ¿Es la misma trama la que espió al vicepresidente madrileño Ignacio González que la que lo hizo con Prada y Cobo? ¿Son diferentes y con objetivos diferentes? Los intereses además no coinciden y resultan contradictorios a no ser que enemigos de ayer sean amigos de hoy.

Habrá quienes ya tienen las respuestas y a quienes los hechos les estorban. Existen también aquellos que pretenden que el asunto es en si mismo irrelevante y que todo ello se salda culpando a una oscura trama sin nada que la sustente.

Pero parece innegable el hecho clave. Se ha seguido, espiado y controlado a gente. Y ese hecho es en si mismo, y más allá de lo espiado, un hecho gravísimo. Lo es porque vulnera y viola derechos de las personas. Espiar la vida de la gente- y hablo con conocimiento de causa pues en mi época de director de Tribuna viví una situación parecida, con seguimientos, pinchazos telefónicos en mi despacho y en mi propia casa, e intentos de afectar estabilidad tanto profesional como personal- es algo deleznable, perverso y delictivo. Sea quien sea el espiado.
Sería aun más grave si ese espionaje, que alguien ha encargado, sin duda, se hubiera hecho desde instancias y dineros que tengan que ver con lo público.

Resulta aún más inquietante y desolador que pueda haberse realizado entre compañeros de un mismo partido y que tenga que ver con batallas políticas internas.

Pero para todo ello es necesario esperar, lo mismo que para dictaminar sobre culpables, victimas o inductores, por mucho que ahora este desatado el ventilador de que se ha puesto en marcha el asunto para perjudicar a este o para beneficiar a otro. Que también hay que tenerlo muy presente . Pero ello es consecuencia y no origen y habrá, sin duda, utilización y muy interesada , pero no debe impedirnos centrarnos en la almendra del asunto. Los hechos.

Esperanza Aguirre presidenta de la Comunidad de Madrid habrá de estar absolutamente segura para poner la mano en el fuego como lo ha hecho. Aunque no puede olvidarse su posterior frase de su remisión a la Justicia. Puede que algunos piensen que quizás debiera haber sido más prudente y esperar resultados de la obligada investigación aunque puede haber prevalecido en ella la confianza en su gente. Mucha debe ser pues de demostrarse implicación ahora ya se vería seriamente salpicada cuando de haber mantenido cierta distancia el daño, de producirse, sería menor dado que en lo publicado y en lo declarado incluso por Maria Dolores de Cospedal no se infiere ningún conocimiento por su parte de lo que podía estar sucediendo.Es más el propio periodista Francisco Mercado, autor de las informaciones en el diario El Pais declaraba en “La Mirada Crítica” de Tele 5: “No existe ninguna constancia de que Esperanza Aguirre estuviera detrás de esta red”
Y hasta aquí el asunto en si mismo. Pero del que no pueden obviarse que existen otra derivadas política. Esto es un indicativo más de que el PP tiene dentro un problema muy serio, no resuelto en absoluto y que lejos de curar se encona e infecta cada vez más.

Lo que nos lleva a una ultima pregunta que no estará en ninguna investigación pero si puede empezar a contemplarse ya en el análisis político . ¿Este rumbo en el PP no está marcando una deriva que culmina, más pronto o más tarde, en ruptura y escisión? . Algunos parecen haber fijado como objetivo inevitable una colisión a la que inexorable y muy previstamente se dirige la ruta (derrota se llama en lenguaje marinero) de ese barco.

Nota: no pago derechos por el término “Mortadelos” pues lo empleé e antes de verlo en letra impresa en mi intervención del jueves pasado en RNE.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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