La Marea de Pérez Henares

PP: rumbo de colisión, peligro de ruptura

Dependiendo de próximos resultados electorales, pero incluso independientemente de que estos sean salvables y hasta favorables, el PP lleva meses apuntando en una dirección cada vez más peligrosa. El rumbo marca cada vez más una deriva que culmina, más pronto o más tarde, en colisión. Algunos parecen haber fijado como objetivo inevitable un choque al que inexorable y muy previstamente se dirige la ruta (derrota se llama en lenguaje marinero) de ese barco.

Los últimos acontecimientos de Madrid, trasfondo y reflejo de que el Congreso no resolvió ni el liderazgo ni atenuó el descontento ni cicatrizó herida alguna, indican hasta que punto no hay unidad interna (se apela siempre a ella en los partidos cuando está hecha añicos) y que las posiciones son irreconciliables y solo esperan el momento para saldar cuentas e imponerse definitivamente a los rivales.

La oposición a Rajoy, que no se atrevió en un error de bulto a confrontarse con la mayoría, ha seguido en su estrategia de amago y desgaste a través de sus tentáculos mediáticos. Esperanza Aguirre se pudo haber perfilado e identificado como una alternativa. Que hubiera perdido siempre hubiera sido mejor, para ella misma, que haberse quedado en ese continuo gesto de desmarque sin acabar del todo de marcar rumbo propio.

Hoy, tan desgastada o más que el líder, aparece crecientemente a los ojos del conjunto del partido, y más allá de su feudo madrileño, como origen de problema y no como solución del mismo . Pero no puede minusvalorarse su fuerza y su capacidad de erosión que proviene de los encarnizados enemigos mediáticos que la actual dirección tiene en los medios de comunicación presuntamente afines al centro derecha. Estos alientan, mantienen y agitan la guerra de manera constante y encarnizada. Pero esa potencia de fuego es precisamente lo que la debilita cada vez más a la Aguirre en el conjunto de una militancia, de los cuadros medios y de los líderes regionales que acaban por identificarla con sus males.

No es este, ni mucho menos, el único problema interno de Mariano Rajoy. Hay otras sombras que se insinúan cada vez con mayor nitidez y donde adquiere cada vez más un protagonismo el ex presidente Aznar y quienes añoran su época y su perfil. Es más, tampoco hay que descartar posibles aliados fruto del descontento que pueden unirse a una operación de recambio, aunque se hayan intentado taponar vías de agua , como ha sucedido con la candidatura de Jaime Mayor Oreja a las europeas. Maria San Gil se ha marchado a FAES y quienes como ella piensan siguen manteniendo su discrepancia a la espera de ocasión propicia a manifestarla. Por ejemplo, tras las elecciones vascas.

Sin embargo no parece a día de hoy que una alternativa pueda cuajar y desplazar a la actual dirección. Otra cosa es si Rodrigo Rato desembarcara y aglutinara a todo ese magma. Pero tal posibilidad no parece estar en el guión del personaje.

De ello la posibilidad más probable es que el descontento crezca pero no este en absoluto en situación de mayoría. Pero si de choque. Ese será el dia D y hora H. Y ahí puede abrirse, si no tienen una prudencia que cada vez se hecha más en falta y que algunos parecen empeñados en despreciar, un camino sin retorno. La colisión va a suponer grietas muy profundas. Tan graves que pueden suponer ruptura. Hoy todos van a rechazar de plano tal posibilidad, pero la experiencia y los hechos que se suceden, cada vez indican más determinadas incompatibilidades. Aquí pueden caer personas , poderes en comunidades y alcaldías, puede descoyuntarse aquello que tan sólido parecía. Puede incluso llegar la escisión. Hay quienes parecen llevar tiempo trabajando en ella y que no van a resignarse al ostracismo si acaban derrotados. No cabe en su personalidad. Pero lo que quizás no se contemple y que sea el resultado definitivo es que perdedores sean todos los que hoy aparecen enzarzados en la melé. Pero todos y que sea algún discreto guardián de la parra el que acabe vendimiando las uvas.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

Lo más leído