Me encontré con Rajoy y conversamos breve pero intensamente . Conocen que tengo en lo personal el mejor de los conceptos de don mariano, que me parece persona sensata, con talento, sentido común y sentido del humor, algo muy escaso y valorable, a mi juicio y que denota inteligencia.
Desde luego me parece alguien con mucha mayor talla que algunos de sus más encarnizados enemigos. De los de su propio partido y aledaños, digo.
Me sorprendió la inusual vehemencia y contundencia con que me repitio con énfasis que estaba dispuesto a aguantar carros y carretas y que no le rendían conspiraciones mediáticas ni navajazos internos. Me lo reiteró para que no tuviera duda de su firme voluntad.
Y lo creo.
Esta dispuesto a aguantar. Pero ¿aguantará el PP la que tiene montada?. La que hay liada en Madrid para ser exactos. Esto ya es una guerra abierta y a deguello. No habrá posibilidad de curar heridas. Aquí al final habrá vencedores y derrotados. Pero se pueden llevar por delante a todo el partido, a sus posibilidades electorales para un largo periodo de tiempo y llegar a provocar un autentico cisma. Muchos se irán si es que algunos no son expulsados y no me extrañaría como ya dije hace unos días hasta un intento de crear un nuevo partido. Hay momentos que algunas cosas empiezan a recordar a aquella UCD que acabó en desguace. No lo es, ya lo sé, pero algunas cosas si que lo parecen .
Y ya lo digo de antemano. Esperanza Aguirre no va a ganar esa guerra pues se ha ganado en los últimos tiempos la ojeriza de una gran parte de la militancia más allá de sus fieles madrileños.
Pero tampoco parece que Mariano Rajoy esté en posiciones de salir triunfante. Porque a la postre lo que le van a juzgar son sucesivos resultados electorales y toda ese disparate de desunión y enfrentamiento los puede lastrar de manera decisiva. El puede tener todo el aguante del mundo. Le creo. Pero el PP se ve cada día más claro, no lo tiene.
Los más lúcidos están más que preocupados. Y muchos empiezan a señalar culpables. Que no son lo únicos, desde luego, pero donde no es el primero ni mucho menos Mariano Rajoy. El más bien aparece como victima.