España, si es que alguna vez debió ir, tenía que haber dejado Kosovo inmediatamente después de la proclamación de independencia contraria a todo derecho y pésimo ejemplo para el conjunto de Europa y muy en particular para nuestra Nación donde florecen nacionalismos separatistas. Ahora se ha anunciado la retirada de nuestras tropas y uno no puede menos que congratularse con ello. Pero hasta para hacer las cosas en dirección correcta es necesario, además, hacerlas bien. Y nuestro Gobierno esta dando el ejemplo de cual es la peor manera de hacerlas.
No se si la culpa la tiene la ministra de Defensa Carmen Chacón, autora del televisado anuncio. Me extraña. Dudo que hiciera algo así si no fuera con el previo conocimiento y beneplácito del Presidente del Gobierno. Otra cosa sería absolutamente impensable .Es más, todo indica que si de alguien fue la idea fue de Zapatero. Está en su estilo. Vamos que el asunto, el spot, lleva su inequívoco sello.
Pero el juego publicitario le ha salido esta vez a ZP por la culata, o por Obama. Porque la “sorpresa” les ha sentado al presidente USA, que ya no es el malvado Bush sino el cortejado “amigo”, a la OTAN y a toda Europa como un tiro. Les ha parecido lo que es: una jugarreta , una falta de formalidad y un elemento más para no tener confianza alguna en tal aliado, que hace las cosas a escondidas. Que Zapatero es un “trafullas”, vamos. Ha dejado descolocado a todo el mundo y ha acabado por ser él quien se ha quedado fuera de juego y con las vergüenzas al aire.
Ahora todos son carreras, disculpas, ver como se puede sacar la pata. Pero como ha dicho muy exactamente un diplomático de la Alianza Atlántica. “El daño ya está hecho”. Y el daño alcanza también a Zapatero y a la mas emergente y popular de sus ministras. El impacto positivo de la medida en la opinión pública ha quedado, encima, enturbiado, amortizado por el follón que s ha montado.
Es posible que los buenos oficios de Bernardino León ( a Moratinos le han pillado con el carrito del helado) y del embajador Carlos Miranda (que se enteró porque le llamaron de la OTA estupefactos y el se quedó aún más perplejo porque no sabía nada) logren aminorar los desperfectos y recomponer un poco el desaguisado. Pero, en efecto, los daños y la perdida internacional de imagen ya están hechos. Obama ya tiene otra prueba, y en el subconsciente colectivo americano sigue viva la escena del desprecio a su bandera, de la poca fiabilidad de Zapatero. Es algo esencial que no se tuvo en cuenta en la acelerada improvisación . Es algo que quedará en el debe. Desde luego que habrá fotos y entrevistas y apretones de manos. Pero el feo ahí queda y se ha tomado buena, aunque el lenguaje internancional lo disimule. Obama no es por supuesto Bush. Pero lo que no parece comprender el gobierno español, Zapatero en particular, es que antes que nada y por encima de todo es el presidente de los estados Unidos de América.