Bokabulario

¿Por qué quebró Lehman Brothers? ¿Venganza contra la banca judía?

A medida que se conocen hechos y hablan los protagonistas, los episodios de la crisis financiera son más asombrosos. En Nueva York había una enorme rivalidad entre la banca wasp (blanca, anglosajona y protestante) y la banca judía, a la que pertenecía Bernard Madoff.

Ha hablado la que fue secretaria del mayor estafador del siglo, Bernard Madoff para contar los hábitos de su jefe, pero aunque el populacho pierda el tiempo en conocer los chistes que contaba su jefe hay otros asuntos más interesantes.

En uno de los numerosos libros que están saliendo sobre la crisis, se cuenta una historia muy interesante que no aparece en las películas que hemos visto, como Wall Street y La hoguera de las vanidades: la rivalidad entre los bancos y los inversores judíos y los wasp, que forman la elite gobernante de Estados Unidos.

En septiembre de 2008, quebró Lehman Brothers, el banco de inversión más antiguo del mundo.

Sin duda era el banco de inversión con más solera de Estados Unidos, con 158 años de historia, y eso podría haber sido un motivo fundado para que otros bancos salieran a su rescate. Pero todos le dieron la espalda. La razón estribaba en que había asumido muchos riesgos. Algunos empleados de Lehman afirman que esa caída tuvo otros motivos, como que Lehman «era un banco judío». De ser verdad, significaría que la vieja rivalidad entre las instituciones wasp y las jewish todavía no había acabado en Wall Street. ¿Es que había una forma wasp de hacer negocios y otra judía?

Hace muchos años, el periodista James Stewart lo había planteado en su libro Den of thieves [La cueva de los ladrones]. Explicaba que durante mucho tiempo había existido una preponderancia de firmas wasp como Morgan Stanley, brazo de la banca protestante J. P. Morgan, así como First Boston, Dillon Read, Kidder Peabody y, por supuesto, Merrill Lynch. Todas ellas muy conservadoras. Hasta que las firmas judías, más aventureras, más arriesgadas y más imaginativas, comenzaron a escalar puestos en Wall Street y así aparecieron Lehman, Goldman Sachs, Kuhn Loeb, Salomon Brothers… y su tropel de financieros dispuestos a llevar al límite a los mercados y a aceptar los riesgos más inimaginables con productos innovadores.

Esa aparente batalla religiosa ya se había dado por desinflada en los años ochenta, cuando las firmas wasp copiaron el modelo judío, que era el que más éxito había tenido, y nombraron a judíos para llevar sus operaciones corporativas. Más bien, según los analistas, la caída de Lehman tiene que ver con dos cosas: con el momento político, ya que Lehman estaba vinculado a los demócratas, como el estafador (judío) George Madoff, y el gobierno de Bush era republicano, y la imprevisión del mismo gobierno norteamericano. Ése no pensaba que fuera a desatar un ciclón si la abandonaba a su suerte. El gobierno norteamericano estaba en la antesala de las elecciones presidenciales, que se celebraron en noviembre, y creyó conveniente no despertar la furia de los ciudadanos pues si inyectaban otra gigantesca suma de dinero en Lehman.

Ya hemos visto que Obama, como ZP, da miles de millones a las grandes empresas los obreros, mileuristas y parados les aplauden. ¡Dame tiempo en antena y haré creer a la gente que lo blanco es negro!

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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