La izquierda se definía por su republicanismo. Sí, los rojos, masones, sociatas y demás chusma derrocaron dinastías venerables como las de los Habsburgo y los Romanov. ¿Y para qué? Para fundar las suyas. Dentro de poco, la Allende-Chávez se codeará con la Borbón-Ortiz.
Cuando Corea del Norte instauró la monarquía comunista, pensé que ya había visto todo lo que podía ofrecer el derecho político, pero las sorpresas constitucionales y las republicas coronadas no han parado de aflorar desde entonces. En el Congo reina la dinastía Kabila; en Siria, los Assad; y en Libia quizás se corone al hijo de Gadaffi.
Pero es Iberoamérica, el continente surrealista, donde las nuevas dinastías unen tradición con horterez. Fidel Castro, que carece de descendiente legítimo, cede la soberanía a su hermano Raúl, de la misma manera que Carlos III sucedió a su hermano Fernando VI. Néstor y Cristina Kirchner son presentados por sus adversarios como una especie de Reyes Católicos (¡Qué irreverencia! Doña Isabel era mucho más culta que Cristina y se gastó dinero propio para pagar el viaje de Colón mientras que la Kirchner gasta dinero público en sus antojos). Y Hugo Chávez rastrea su descendencia del emperador Moctezuma.
Precisamente el venezolano acaba de presentar en sociedad a la pareja formada por su hija María Gabriela Chávez y un nieto del chileno Salvador Allende, Pablo Sepúlveda Allende.
Mientras las monarquías supervivientes se plebeyizan en Japón, Holanda y España, los republicanotes buscan buenos partidos para sus vástagos a la manera de los burgueses del siglo XIX buscaban aristócratas arruinados con los que emparentar a cambio de una dote.
Los Allende constituyen una de las dinastías de políticos chilenos, como los Frei y los Alessandri. Los últimos vástagos viven del recuerdo del socialista Salvador, como Juan Domingo Perón, que en Madrid abría el ataúd en el que yacía Evita.
En mi opinión, esta relación no es lo suficientemente progresista. Parece que el bolivarismo quiere trasladar a Venezuela las innovaciones zapaterinas del gaymonio. ¡Menuda campanada sería que la hija de Chávez se casase con la hija del Che? Y que luego la niña se inseminase con esperma de Evo Morales. ¡Así se destruiría el modelo de familia de los colonizadores blancos! (Y el de los incas, y el de los mayas, y el de los inuit…)
¡Cómo echo de menos a los rojos de verdad! Ésos eran gente seria, que daba miedo, y no ridículos parveneus.
¡ESOS TITULARES!
Lee uno titulares como éstos
-El Marqués de la Ensenada captura a otros 7 piratas frente a la costa de Somalia
–Blas de Lezo luchará contra la piratería a mitad de precio
y se emociona pensando en que han vuelto los tiempos en que los españoles hacían temblar el mundo, hasta que se da cuenta de que le hablan de barcos, cuyos tripoulantes, en vez de ahorcar a los piratas, les leen sus derechos. Gracias ZP: estás haciendo que prefiera ser italiano o irlandés a español.
