Segunda bola de partido para Rajoy. Salvó la primera en Galicia cuando ya había quien tenía “metido en máquinas” el obituario (el ataúd se lo tienen preparado desde marzo del año pasado) y ahora le toca jugar esta otra de las Europeas. También es de partido, pero ahora con una diferencia. En ambos casos si la pierde está listo. Pero ahora si la gana es él quien consolida la ruptura de servicio del contrario y es quien puede servir luego para apuntarse el set de las Municipales y el mach de las Generales.
Pero la bola de partido, y valga la palabra tanto en lo referente al juego externo como al interno de su propia casa, tiene que salvarla primero o va a arreciar el clamor, ahora más apaciguado pero siempre latente, de que cuelgue definitivamente la raqueta. Vamos, que a pesar de su mejor situación se la juega más en estas elecciones de lo que se juega Zapatero. El presidente, si las pierde será un traspiés, pero casi está descontado y se supondrá que tiene tiempo de recuperación. Si las gana, con la que está cayendo, será un milagro y aparecerá como un arcángel invencible. Porque es ZP quien está jugando en la pista central. El presunto candidato, López Aguilar se dedica a la caricatura, afición que parece vaya a convertir y más en Europa, en su actividad esencial. De hecho su gran acto de campaña es la presentación de su libro de dibujitos.
Don Mariano es quien no puede andarse con bromas. Ahora las encuestas ( lo del CIS no es una encuesta, es un insulto a la estadística) le dan por encima y los cuatro millones de parados (los cuatro millones de brotes verdes de la bucólica Salgado) tiran para debajo de las expectativas de su rival. Pero precisamente por ello perder esta bola significaría una debacle y hundiría cualquier expectativa de futuro. Si en estas y con estas es incapaz de vencer como va a hacerlo luego. Simple pero demoledor.
O sea, que ganar o ganar es la única que le queda al actual equipo dirigente del PP. Porque en ello van todos. También y la primera Maria Dolores de Cospedal cuya suerte está ligada al jefe en lo bueno y en lo malo.
Pero si ganan, si que se le pone el partido de cara. Se entenderá como lo que es: una moción de censura contra el Gobierno. Y eso lo sabe el PSOE y por eso está echando en el asador, me temo que la Aido ya se les ha socarrado, toda la carne posible y ZP sacará ristras de liebres gatos para que los galgos peperos se revienten de correr. Una segunda derrota puede hasta lograr que el avestruz optimista en que se ha convertido todo el PSOE saque la cabeza del hoyo donde la tiene metida desde que empezó a aparecer en el horizonte la crisis. Pero antes vamos a ver a zapatero en estado puro. Dádivas, promesas , subsidios, amparos, talantes, pactos, diálogos, conejos y conejos. Todo menos trajes. Los trajes se los dejan a Camps. Aunque me apuesto un algo a que la palabra que más se va a repetir en todos y cada uno de sus mítines va a ser esta. Porque con los trajes de Camps es con lo que van a quererle cortarle el de vestir difuntos a Rajoy.
P.D.ENCUESTA DEL CIS: Había escrito antes de ver la encuesta sobre las europeas que el CIS era un insulto estadístico. Me ratifico y reafirmo. No por el resultado que pronostica sino por un dato que ya convierte a todos los demas en esperpento. Según esa cocina la abstención será de un ¡13%! . En cualquier empresa estarían todos ahora mismo despedidos. Por inutiles y por ineptos. O mejor, por ser mentirosos compulsivos.
Los «aciertos» del CIS en las europeas.
En 1994 anunció una ventaja para el PP de cuatro puntos sobre el PSOE . Fue de 10. En las de 1999 estuvo más fino , le dió al PP más de cinco puntos de ventaja y luego sólo fueron cuatro. Hace cinco años por su fueros. Zapatero acababa de llegar al poder y el CIS vaticinó más de diez puntos a favor del PSOE. Fueron tres raspados. Fue en esa ocasión cuando el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pronosticó que 76 de cada 100 españoles votarían en las elecciones europeas. Diez días después, sólo votaron 46 de cada 100. El error fue de 30 puntos
