Huy, huy, huy. ¡Un chiste de El Roto -para mí el mejor humorista expañol– sobre el calentamiento global en El País! Es como encontrar una estampa de la Virgen María en el Corán.
Fuentes de confianza han revelado a este bloguero que, ante la constante pérdida de venta de decenas de miles de ejemplares, la dirección de El País ha decidido dar un cambio a su línea editorial. Convencida de que el guerracivilismo, el zapaterismo, el catastrofismo y el abortismo asquean a muchos lectores, la dirección va a hacer un experimento y va a permitir ligeras críticas a algún dogma del Imperio Progre. ¡Hemos encontrado el segundo chiste sobre el cambio climático! Ya se sabe que se empieza con la puntita…
El de El Roto el día 2 de este mes. Por cierto, parece inspirado por un reciente post en mi blog.
Hace casi dos años, Forges (a) Esquirol ya dedicó el primer chiste a este mito progre.
¿Quién será el siguiente traidor?
UN MODELO INFORMÁTICO PREVÉ EL FIN DEL MUNDO
El grado de retorcimiento de los ecolojetas está a la misma altura que el grado de imbecilidad de los periodistas.
TITULAR en El Mundo:
CLIMA | Calentamiento global
El hielo derretido en Groenlandia puede hacer que el mar anegue Nueva York
Horror. Espanto. Miedo. Pavor. Indignación. Súplicas a Obama.
En el tercer párrafo, al que casi nadie llega, se lee esto:
Concretamente, si el ritmo de pérdida de hielo en Groenlandia sigue creciendo a un 3% anual, el modelo informático de simulación desarrollado por el NCAR indica que el agua liberada al Atlántico podría alterar la circulación oceánica de una forma que afectaría directamente a la costa nordeste de Estados Unidos hacia 2100.
¡Es decir, que los datos salen de un programa informático, que, como sabemos, puede generar el resultado que quiera su programador! Vamos, como las encuestas.
¿Habrá tenido algo que ver en esta información Gustavo Catalán Deus?
ESTO NO ES UN CHISTE
Aznar tiene solo una veintena de escoltas y menos siempre que Glez, porque el Estado debe proteger a la pobre y abandonada Carmen Romero que, claro, vive en otra casa.
