¡¡Pero qué engreidos, qué petulantes, qué vanidosos, qué redichos son los viejos progres!! Nadie es honrado, salvo ellos. Nadie es generoso, salvo ellos. Nadie es sincero, salvo ellos. Nadie es desprendido, salvo ellos.
Tengo que deciros que Sor Iñaki nos ha descubierto a los blogueros y los internautas. Como el abuelito progre y decente que es, alerta a sus nietos de que en Internet circula gente muy mala. «Queridos niños: si os desconocido os ofrece caramelos en la calle o información en Internet, buscad un policía o un periodista de PRISA y denunciadlo.»
Según la crónica publicada por El País de la presentación de su libro, Sor Iñaki dijo lo siguiente sobre Internet:
Gabilondo alerta enérgicamente de los peligros que entraña la Red. «La información no viene avalada por nadie. Es la no indentificación del mensajero. Internet ofrece mucha información pero también abre un camino a la insolvencia y la intoxicación». El periodista, que actualmente presenta el noticiario nocturno de Cuatro, advierte de que para un profesional de la información «es imprescindible saber quién te habla». Pero en Internet, el llamado periodismo ciudadano es, por definición, ignoto. «Nos habla un ser anónimo que no se sabe si está pagado o subvencionado. Y cuando no sé quién me está diciendo las cosas me pongo muy nervioso».
¡Se pone nervioso, el abuelito progre! Como las abuelitas de derechas de hace 30 años cuando veían un melenudo delante del portal de su casa y pensaban: «¿Será un comunista?, ¿un etarra?, ¿un drogata? ¡Adónde vamos a ir a parar!».
¡Qué mal les sienta la edad a los progres!
Momentos memorables de Sor Iñaki para la profesión periodística:
-En 1989 se inventó un atentado etarra en Pamplona.
-Afirmó que tres fuentes de la lucha antiterrorista le habían asegurado que había un terrorista suicida entre los muertos del 11-M.
-Acusó a un poliomelítico que asistió a una manifestación de la AVT de fingir que necesitaba una silla de ruedas.
Ya que Sor Iñaki reconoce que se pone muy nervisioo cuando no sabe quién le está diciendo las cosas, ¿cabe deducir que SABÍA quién le estaba diciedo que había terroristas suicidas el 11-m?
Su queja sobre la decadencia de los tiempos actuales se produce días después de que la defensora del lector de El País reconociese que una redactora se había inventado un reportaje sobre una eutanasia y el periódico no había aceptado la rectificación pedida por los afectados.
El progre: consejos vendo y para mí no tengo.
Recordad: «Nos conviene que haya tensión».
ESPERANZA (y no Aguirre)
La cabecera del Grupo Prisa se deja por el camino 52.188 ejemplares.
Tanta mentira y tanta soberbia acaban hartando.
