Bokabulario

Por qué San Juan se celebra en junio y Navidad en diciembre

Todas las Navidades tenemos la misma discusión sobre por qué se celebra el nacimiento de Jesús en la fecha citada Aquí hay una explicación.

Un amigo me envió la semana pasada el Evangelio del Día correspondiente a San Juan Evangelista. El comentario es de Beda el Venerable, que supera un poquiiito a esas lumbreras del pensamiento que son Susote de Toro y algunos de los foreros que vienen a este modesto blog. Os lo dejo ahora para no alejarnos más del día.

El hecho de que el nacimiento de Juan se conmemore cuando los días comienzan a disminuir, y el del Señor cuando comienzan a aumentar, forma parte de un símbolo. En efecto, el mismo Juan ha revelado el secreto de esta diferencia. La multitud pensaba que era el Mesías a causa de sus eminentes virtudes, mientras que algunos no consideraban que el Señor fuera el Mesías, sino un profeta a causa de la debilidad de su condición corporal. Y Juan dijo: «Es preciso que él crezca y yo disminuya» (Jn 3,30). El Señor creció verdaderamente porque, cuando pensaban que era un profeta, dio a conocer a los creyentes del mundo entero que él era el Mesías. Juan decreció y disminuyó porque él, a quien tomaban por el Mesías apareció no como el Mesías sino como el anunciador del Mesías.

Es, pues, normal que la claridad del día comience a disminuir a partir del nacimiento de Juan puesto que la reputación de su divinidad iba a desvanecerse y pronto iba a desaparecer su bautismo. De la misma manera es normal que la claridad de los días más cortos vuelva de nuevo a crecer a partir del nacimiento del Señor: en verdad él vino sobre la tierra para revelar a todos los paganos la luz de su conocimiento, de la cual, los judíos anteriormente, sólo poseían una parte, y para extender por todas las partes del mundo el fuego de su amor.

Hoy, el Papa anuncia que se han encontrado en Roma restos óseos de San Pablo.

Otra prueba de que la Iglesia y su mensaje se basan en personas reales, no en metáforas ni mitos neolíticos.

Por cierto, y ya que estamos con las festividades cristianas, ¿por qué no me felicitaís por mi santo?

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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