Bokabulario

¿Por qué a los progres les apasiona la Misa en latín?

¿Sabéis cuál fue ayer la noticia más comentada en Público? Un artículo sobre el proyecto de reforma de la Liturgia católica. ¿Es que hay más chupacirios entre los lectores de Público que entre los de Alfa y Omega?

Miro Público ayer por la noche. La pieza El Vaticano prevé volver a la misa en latín y de espaldas es, en la edición digital, la segunda noticia más leída y la primera más comentada, con 307 comentarios.

No comprendo cómo a los progres les interesan tanto el latín y la liturgia. Por ejemplo, del cine español progre (perdón por la redundancia) no me interesa ni las películas, ni las críticas, ni nada, salvo las subvenciones, ya que salen de mis impuestos. Tampoco me interesa la Formula 1 y no leo ni veo noticias al respecto. Ni ese ejemplo de bestialidad que es la Tomatina. En cambio, cada vez que hay una noticia sobre la vida interna de la Iglesia, en Público se alteran como si viesen la calavera de Lorca.

Curiosamente, una noticia que uno supondría que los lectores de Público considerarían de importancia como que El 63% de los trabajadores en España es mileurista queda en el 6º puesto entre las más valoradas y el 4º entre las más comentadas. ¡Hasta el viaje de Chomsky a Venezuela le supera en público en Público! (Perdón: otra redundancia.) ¿Será que los lectores de Público no son mileuristas?

Tal vez debería incluirse un tema litúrgico católico en EpC. Quisiera pensar que se trata de interés por la vida espiritual, pero no lo creo. ¿No será más bien una versión actualizada de la religión como opio del pueblo mileurista? Si no llegas a fin de mes, al menos puedes descargar la frustración despotricando de las misas en latín; así no te ciscas en ZParo.

UNOS POCOS ERRORES

El compañero Jesús Bastante, experto en información religiosa, ha cometido algunos errores que me permito corregirle.

1º) La Iglesia católica vuelve a Trento.

Con esta frase comienza el texto general. Bueno, el rito romano tradicional existía antes del concilio de Trento (siglo XVI) y fue el rito principal de la Iglesia católica hasta los años 60. Por tanto, la propuesta del cardenal Cañizares nos devolvería a los años 60: Kennedy, Mayo del 68, Woodstock, los Beatles, los curas obreros… Trento debe de equivaler en el imaginario progre al Berlín de los años 30: botas, uniformes negros, desfiles, conspiraciones…

2º) Las misas en latín y de espaldas al pueblo (con el sacerdote dirigido hacia Oriente) fueron una medida adoptada en el Concilio de Trento (siglo XVI), como respuesta a la Reforma Luterana.

Como ya he dicho, el latín y el cura de espaldas al pueblo, así como otros elementos, existen desde principios del cristianismo. Por ejemplo, los hermosos kyries, que son la única oración en griego del rito romano, aparecen en la liturgia en Oriente a finales del siglo IV y en Occidente a principios del VI.

3º) De la mano de Juan XXIII, la llamada misa tridentina quedó abolida.

Juan XXIII fue el último papa que celebró durante toda su vida el rito tradicional. El último misal para este rito lo promulgó él, en 1962. Fue Pablo VI quien, en 1970, aprobó el nuevo misal romano. En el motu propio Summorum Pontificum, Benedicto XVI subraya que el rito tradicional «no se ha abrogado nunca».

4º) Sin embargo, desde la llegada al Papado de Joseph Ratzinger, los guiños hacia los sectores más conservadores de la Iglesia también se hicieron palpables en la liturgia. (…) Hace dos años, por iniciativa de Ratzinger, volvieron a permitirse las misas en latín y de espaldas, si bien, sólo de modo extraordinario.

En 1984, Juan Pablo II en «el indulto especial Quattuor abhinc annos, emitido por la Congregación para el Culto Divino, concedió la facultad de usar el Misal Romano editado por el beato Juan XXIII en el año 1962». Sólo cuatro años más tarde, el mismo papa, en su motu proprio Ecclesia Dei decía lo siguiente:

se habrá de respetar en todas partes, la sensibilidad de todos aquellos que se sienten unidos a la tradición litúrgica latina, por medio de una amplia y generosa aplicación de las normas emanadas hace algún tiempo por la Sede Apostólica, para el uso del Misal Romano según la edición típica de 1962.

Por tanto, la recuperación del rito tradicional comienza con Juan Pablo II, que no sé si era o no más conservador que Benedicto XVI. Habrá que inventar un fachómetro.

No hay más que leerse el motu proprio Summorum Pontificum. Ahí aparecen todos estos datos.

CODA: Para los interesados en la historia y el origen de la liturgia católica, recomiendo la lectura del trabajo de Dom Gregori Maria, en el blog Germinans Germinabit. Pinchar en la etiqueta Misa Romana.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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