Atracarse de comer y beber sin conocimiento, y hasta perderlo, resumen el ocio de un altísimo porcentaje de españoles. Comilonas pantagruélicas han ascendido a la categoría de eventos culturales y un día de esto se pedirá el premio Nobel para un cocinero. No se sabrá si darle , eso si, si darle el de Química o el de literatura. El estado de “borracho-ciego” es el objetivo proclamado de los rebaños que se van de “marcha”.
El alcohol es un problema de toda nuestra sociedad. Y en todos los estamentos y sectores pero con particular incidencia entre jóvenes y adolescentes. Lo de Pozuelo, una borrachera global, sucede en todos los puntos de España cada fin de semana. La diferencia es que esa noche les dio por quemar coches y policías. Por lo demás el cuerpo lo llevaban idéntico. O sea, atiborrado de alcohol.
Una generaciones que salen de casa a las hora en que las anteriores se recogían para irse acostar y una noche entregada a beber como mejor hilo conductor de alcanzar el sexo son el resultado y el síntoma de que algo no está bien e irá, sin duda alguna, a peor. En el descoyunte general aparece como fondo filosófico la aberración practicada, enseñada y asumida hasta por el gobierno nacional de que disciplina es igual a represión y que autoridad es dictadura. Y con tales premisas no hay padre ni maestro ni educador que pueda trazar un línea recta.
Prohibir no es tampoco la solución, aunque eso vuelva locos a nuestros ministros (ahora la Trini, como si no tuviera bastante con la Gruipe quiere desterrar el fumeque de todos los bares, donde la gente podrá seguirse intoxicando etílicamente sin problemas) y , aunque sea lo siempre dicho y nunca afrontado la clave de la cuestión sigue estando en lo mismo: es necesaria y previa la información , la formación, la recuperación de los valores. O sea, la manida, tan traída y llevada educación de la que hablamos siempre pero que tan sólo la tocamos para seguirla empeorando.
Nada se hará. Estén ustedes tranquilos. Sólo cuando
algún día les vuelva a dar por quemar coches y policías saltará el asunto a los periódicos. Mientras no pasa nada. El país puede seguir borracho perdido de viernes a domingo y demas fiestas de guardar.