El sábado se celebrará una manifestación en Madrid contra el aborto. No hay que tener miedo a oponerse al Imperio Progre y a sus consignas. ¡Todavía no nos mandan matones a apalearnos!
Vivimos en el Reino de la Mentira.
-Por el pleno empleo. -Hay terroristas suicidas en los trenes de Atocha. -Estamos saliendo de la crisis. -ETA tiene voluntad inequívoca de dejar las armas. -La inmigración ha beneficiado a los españoles. -España expolia a Cataluña. -Luchamos contra los padres y lucharemos contra los hijos. -En Marruecos se respetan todos los derechos fundamentales. -Derogaré el decreto de política lingüística antes de cien días. -El cambio climático causa más muertos que el terrorismo. -No habrá subidas de impuestos. -Nos opondremos a las subidas de impuestos. -La unidad de España no está en peligro. -El pueblo vasco tiene siete mil años. -No se están construyendo nuevas centrales nucleares en el mundo…
¡Para qué seguir buscando más mentiras! Sólo dos más, que demuestran no sólo la estupidez de quienes las profieren sino, además, su maldad.
«Un feto de 13 semanas es un ser vivo pero no es un ser humano.»
Trinidad Jiménez, otra ministra-cuota:
«El aborto está socialmente superado.»
(Esto lo dice la misma ministra que permite que en las farmacias se venda la píldora abortiva sin receta pero no que se compren antivirales contra la gripe sin receta.)
Sabemos que a la manifestación acudirán personas que pudieron impedir que España se haya convertido en el paraíso de negocio abortero y no lo hicieron. Sabemos que dentro de la Iglesia hay traidores. Sabemos que se intentará manipular políticamente. Sabemos que hay ausencias injustificables. Pero hay que ir para mostrar nuestra rebelión ante el Reino de la Mentira y nuestro apoyo a la vida (¿por qué el PSOE, que condona a Evo Morales decenas de millones de euros, se niega a dar un céntimo para ayudar a las embarazadas?)
En Estados Unidos, origen de tantos males modernos, la incansable acción de los grupos anti-abortistas ha conseguido que ahora la mayoría de la población se declare pro-vida, un cambio que en poco tiempo producirá efectos políticos, legislativos y judiciales.
¡¡NO PODEMOS CALLARNOS!!
CODA: Y después del aborto, la eutanasia y la selección de personas útiles para recibir tratamientos médicos, que son muy caros. Si no te opones al aborto por los no nacidos, hazlo siquiera por ti.
Aquí dejo un relato estremecedor por su cinismo de un médico abortista:
siempre hay violencia en un aborto en el tercer trimestre, que se hace especialmente aparente en algunos momentos, como en este caso. Tengo que añadir, sin embargo, que creo que rechazar una solicitud de aborto de una mujer también es un acto de violencia indecible.
Este médico es capaz de matar enfermos porque se lo ordenan sus superiores o porque hay que ahorrar recursos para los pacientes útiles.