La Marea de Pérez Henares

Viva Zapatero, el gran libertador

¿Y ahora, con los marineros a salvo y el rescate pagado, ya podremos criticar al Gobierno por el asunto del Alakrana o llegados a este punto la exigencia ya no será tan sólo de silencio sino de que entonemos loas al libertador Zapatero y a su celestial corte ministerial que no ha ahorrado un esfuerzo ni cuando estaba en Argentina?.
Pues ya les digo que va a ser lo segundo. El presidente se nos apareció por primera vez en este asunto en carne mortal para anunciar la buena nueva. Los marineros están libres. Lo demás, nada, pelillos, millones de euros, pifias judiciales, bochornos internacionales, pactos con secuestradores, liberación de los piratas detenidos, son eso y en eso han de quedar: pelillos a la mar.

Pero los pelillos a la mar han sido torpedos a la línea de flotación, al prestigio de un gobierno y de un estado que han abierto vías de agua gravísimas, imposibles de ocultar, aunque ahora se pretendan tapar.

El Gobierno empezó negándose en el Parlamento a proteger los barcos con Infantes de Marina una semana antes del secuestro diciendo que era ilegal para luego, una vez producido este, cambiar la ley para que puedan embarcar mercenarios con material de guerra.

El Gobierno en su estrategia no tenía ni trasmitió otra hoja de ruta que la pagar rescate, negoció como tal, pagó como tal y, mientan lo que quieran, sabemos todos que liberará a los piratas detenidos y que nadie sabe porque diablos se empeñó en traer a Madrid.

La Audiencia Nacional, con sus estrellas Garzón y Pedraz, protagonizó el sainete habitual con gran desfile de cámaras y con toda la ciencia médica española discutiendo si un tal Wylly cumplía una edad. Por último han corrido veloces para que se consiga lo que pretenden los piratas pareciendo que no y proponiendo cifras centenarias como penas a sabiendas de que no cumplirán ni un día. Ahora todo es ver como salvar la cara cada cual, Gobierno y Justicia, sabiendo que por muchos palabros y sentencias que se empleen la verdad es que serán puestos en libertad.

El Ministerio de Exteriores ha acabado inventándose Somalia, un supuesto país donde según ellos existe incluso gobierno, instituciones y una cárcel.

La ministra de Defensa ha demostrado para que no está preparada. La Vicepresidenta se ha quemado un poco más. A la prensa se le exigía silencio y la mediática Chacón proclamaba sus planes futuros y vindicativos de perseguir los dineros que iban a pagar.

Pero ahora, con la alegría de la libertad comprada, se pretenderá que todo, absolutamente todo y todos, se ha hecho bien, que hemos sido un modelo y un ejemplo para el mundo mundial de cómo solucionar el problema y hasta de cómo hemos logrado pagar los que más. Ahora, tras exigir silencio bajo pena de traición y cargar con la culpa de lo que a los secuestrados les pudiera pasar si se osaba criticar al Gobierno, se nos llama a hacer la ola. Pues nada, que por mi no quede: ¡Viva Zapatero, el gran Libertador!.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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