En poco más de una semana, el Rey ha tenido dos gestos que pueden interpretarse como una desafección respecto a ZParo. Si hasta la Casa Real cree que ZParo se ha vuelto un caballo perdedor, voy a pensar en buscarme una foto mía con Rajoy.
Si algo no se le puede negar al hijo del infante Juan de Borbón y Battenberg y heredero del 18 de julio es su instinto político, su capacidad para otear los cambios políticos y sociales y encabezarlos. Así, hemos pasado de un rey que defendía a ZParo en público, que recibía a un separatista con una frase hecha idiota y que criticaba a Losantos, a otro que recibe un premio de Saurón-Aznar y contesta a la extrema izquierda que a él ya le gustaría mediar ante Mohamed VI para acabar con el tormento de Haidar, pero que ZParo no le deja hacerlo.
¡Qué curioso, ¿verdad?!
¿Estará siendo ZParo el político ahora borboneado? ¿Se ha dado cuenta el Rey de que el Gobierno que promueve la memoria histórica y permite las pitadas contra su persona le está ilegitimando?
¿Qué está pasando en los círculos de los poderosos para que dos poderes que hasta ahora se habían entendido a las mil maravillas con ZParo, como Marruecos y la casa real española, le estén volviendo la espalda?
Mariano, que te veo en La Moncloa.
CODA: Enric Sopena, ¿recuerdas que te expliqué el plan de quienes dominamos el mundo para elevar a Obama? Pues ahí le tienes: hablando de guerras justas al recoger el premio Nobel de la Paz.
