Anoche supe del regreso de Haidar a su casa de El Aiun. Lo primero, y sin sombras, es una alegría sincera, sobre todo por su vida que estaba en peligro y desde luego por su triunfo y el de haber logrado poner en titulares a su causa.
Sobre otros asuntos tiempo habrá de hacer balance, aunque a bote pronto se me ocurre, que dadas las meteduras continuas, y hasta el corvejón, de pata de Moratinos-en este caso convertido en complice de Marruecos en la deportación de la activista a nuesto pais- y los atrolladeros en que se mete y teniendo en cuenta los antecedentes-azafatas del Chad, somalies varios y lo de anoche-en los que acude a nuestro rescate Francia ¿porque no ahorrarnos nuestro ministerio de Exteriores y encomendarle tal labor, aunque haya que darle un sobresueldo siempre nos saldra más barato, al amigo Sarkozy quien al fin y a la postre es quien resuelve siempre nuestros problemas.
Asi, ademas, nuestro amado presidente podrá seguir dedicandose a la lirica por esos foros internacionales, sin tener que estar pendiente de estas terrenales preocupaciones, y ser aclamado por su verso ora trasmutado en apostol de la Alianza de Civilizaciones, ora como gran espíritu redivivo de la tribu cherokee