La Marea de Pérez Henares

Reinserción e indefensión

Las leyes españolas apuestan con total claridad-y es muy bueno que lo hagan-por la reinserción del delincuente. Ese es el espíritu positivo que ha impulsado a los legisladores desde el inicio de nuestra todavía joven democracia. Y ha dado frutos.
Es cierto y motivo de alegría que existen buenos datos de reinserción, sobre todo en menores. No sólo nada que objetar sino que habrá que avanzar en esa senda. Sin olvidar que se olvida, eso si, que al crimen corresponde el castigo y asumido aquel y cumplido este es cuando corresponde, y no antes, el perdón y el regreso limpio a la sociedad.
Pero la decidida apuesta por la reinserción no puede ser ciega tampoco. No puede dejar a la ciudadanía inerme e indefensa ante aquellos que simplemente no les da la real gana ni de arrepentirse ni de reinsertarse.

La ley debe contemplar, por supuesto, todas las posibilidades de reinserción pero no puede, y lo hace, olvidar el hecho evidente de que hay un porcentaje de los que se niegan a ello. Y es a estos y no a los primeros a quienes debe dirigirse una acción que cada vez parece más dudosa y débil. Porque nada entorpece la evolución positiva de unos con el proteger y amparar a la sociedad contra quienes se empecinan, en absoluto se arrepienten y reinciden sistemáticamente en el delito.

Pero se confunde. Así cuando se produce uno de los múltiples y gravísimos casos, desde el violador liberado en Barcelona al Rafita, sale de inmediato un garantista de turno. “Pero es que una mayoría se reinsertan”.

Muy bien.Fantastico. Perseveremos en ello. Pero hay quienes no . ¿Y que hacemos con ellos?. Pues según parece la solución es hacer como que si, que hay tratarlos como a reinsertados. Y ese es el error, la falla tremenda de nuestro sistema y lo que llena cada vez más de congoja a muchos ciudadanos.

.- Mire usted. Que se tiene que reinsertar.
.- Pues no me da la gana. Ni me arrepiento y en cuanto salga pienso seguir poniendo bombas, violando lo que se me cruce y robando lo que me apetezca.
.-Pero le digo señor etarra, señor violador, señor ladrón, que se debe usted reinsertar.
.- Y yo lo que le digo es que a mí no me da la gana
.- Pues nada, en eso quedamos. Queda usted reinsertado. Aunque no quiera.

Puede parecer un esperpento. Pero así es en el fondo la filosofía del buenismo más memo y peligroso que por aquí impera. Un buenismo muy malo. Porque lo que provoca es lo contrario. La peor sensación de desamparo en las gentes ante el delito y la mayor sensación de impunidad del delincuente ante la justicia.

El debate está ya en la calle. Lleva mucho en realidad, aunque ahora parece empezar a llegar a lo políticos, siempre ellos cobardemente detrás con sus miedos electorales a cuestas.

Hay reinsertados y hay Rafitas. Y la ley tendrá que discernir entre unos y entre otros. Porque la evidencia es que hay Rafitas y los Rafitas no pueden permanecer impunes. Y habrá que diferenciarlos claramente de los que no reinciden. Para obvio aunque aquí la obviedad puede ser acusada de “facha” en un suspiro.

Como lo está siendo el abrir el melón de la posibilidad de cadena perpetua, que tantos países democráticos contemplan. Revisable por supuesto. Pero con el mango de la sartén en manos de la Justicia. Supongamos: Un delito gravísimo de terrorismo o de asesinato en serie o de violación y muerte. Una condena a cadena perpetua. Si con el tiempo, el reo admite su crimen, se arrepiente de él es cuando ,sucede en Francia, esa condena se hace temporal y el reo puede recuperar la libertad.

Pero el reo alardea de sus crímenes y está dispuesto a cometerlos de nuevo en cuanto pueda. Me viene rápido a la cabeza De Juana Chaos. ¿Por qué la sociedad ha de soltar a quien no sólo no se arrepiente sino que solo espera una nueva oportunidad para el delito? ¿Por qué la sociedad y todos hemos de quedar indefensos contra el criminal con absoluta voluntad de reincidencia? Lo que una sociedad no puede ser, y en ocasiones, lo parezce es mema y tonta. Y aquí no sólo lo parece.

P.D.Habra sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Statut antes de que acabe frebero. En tres semanas.
Nos añadió algo más; parece que hay un puñado de artículos que son considerados inconstitucionales.
Y muy importante: el voto de calidad de la presidenta Maria Emilia Casas que puede inclinar la balanza en algunos casos de empate en que se ha producido será motivo de impuganción, aduciendo que su mandato esta cumplido, ante el Tribunal de estrasburgo y que ERC ya prepara ese recurso.
Lo anoto aquí pero mañana lo apuntamos como entrada y para el debate.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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