Una de las causas de la crisis de la Iglesia es que los superiores (obispos, abades, generales de órdenes religiosas…) han renunciado a ejercer la autoridad, quizás sólo por la cobardía de no querer problemas, pero esa actitud indica una fe débil.
La autoridad y la disciplina están mal vistas en la posmodernidad, así como las virtudes asociadas a ellas: obediencia, humildad, sacrificio y deber. Ocurre no sólo en la Iglesia, sino en los partidos -en especial el comunista, que ha pasado de ser un cuartel al servicio de la revolución a ser una fiesta pachanguera con porritos-, los centros de enseñanza, la familia, el Ejército, el tráfico automovilístico… Pero en la Iglesia esa situación atenta contra su pilar espiritual.
Veamos algunos casos recientes.
1) El rector del santuario de Begoña, Jesús Garitaonandia, declara que se «avergüenza la jerarquía eclesiástica a menudo con lo que dice y hace».
2) Un párroco de Bilbao critica la retirada del libro de Pagola y se niega a consagrar
Medidas disciplinarias tomadas por monseñor Ricardo Blázquez, obsipo de Bilbao, de quien dependen los sacerdotes de los dos casos anteriores: ninguna. (Por mí, éste iba a Palencia.)
3) José Bono ha afirmado que monseñor Osoro, arzobispo de Valencia, le apoya en sus deseos de comulgar, pese a haber aprobado la ley del aborto.
Todavía estamos esperando que monseñor Osoro desmienta esta afirmación.
4) El sacerdote secularizado Victorino Pérez Prieto ha celebrado varias misas públicas en La Coruña
5) El teólogo Torres Queiruga sostiene en público teorías heréticas
Medidas tomadas por el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, titular de la diócesis en la que suceden los dos casos anteriores: ninguna.
(Añadido el 5-3-2010: ¡¡Excelente noticia: el arzobispado de Santiago ha difundido un comunicado en el que afirma que el cura secularizado no puede oficiar!!)
6) José Carlos Bermejo, religioso camilo y director del Centro de Humanización de la Salud, asegura en una entrevista a Religión Digital que la forma de acabar con la vida de Eluana Englaro e Inmaculada Echevarría fue «éticamente aceptable», a pesar de que la Iglesia, por medio de sus obispos, dijo exactamente lo contrario.
7) Juan Masiá, un jesita que afirma que el Demonio no existe.
¡Un jesuita que corrije al propio Jesucristo!
9) ¿Qué mejor cosa puede recomendar una Universidad Católica sino fornicar con prevención?
10) El cardenal Cañizares elogia a un obispo que arrasó una diócesis.
Y luego nos sorprendemos de que ocurran cosas horribles como ésta.
Dos frases:
–«Os digo ahora que muchos se han hecho anticristos» (1 Juan, 2, 18).
–«Confiad: yo he vencido al mundo» (Juan, 16, 33).
CODA: Una de las funciones de la Inquisición en España, cuando la dirigió el cardenal Cisneros (en la foto) y en los siglos posteriores, era la persecución y represión de los malos sacerdotes, no sólo por su teología, sino, también, por sus vicios morales.
5-3-2010: Sobre Pagola.
