Comunicamos la elección del presidente de la ONG Gilipollas sin Fronteras. Ahora, a pedir subvenciones para el viaje y la ceremonia de toma de posesión del cargo.

Ante el aumento imparable de la estupidez humana y el ascenso de ésta a los más altos puestos de gobierno de la humanidad no hay más que una solución terrenal. Abajo la tenéis. Yo ya no aguanto más: un gin-tonic por piedad.
Como dijo el genial Nicolás Gómez-Dávila:
«El mundo moderno no tiene más solución que el Juicio Final. ¡Que cierren esto!»
Otra cita para recibir al presidente de Gilipollas sin Fronteras:
«Tantos gilipollas y tan pocas balas.»

