Bokabulario

Los colombianos no son españoles… por suerte para ellos

El domingo se celebrará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia. La elección de Juan Manuel Santos, ministro de Defensa de Álvaro Uribe, parece segura. Os dejo un artículo al respecto que acabo de publicar en la página del GEES.

El título del artículo es Los colombianos no son españoles… por suerte para ellos. Cuando, según las encuestas, el inestable Antanas Mockus (llegó a ser candidato a vicepresidente con la conservadora Noemí Sanín en 1998) ganaba en la primera y la segunda vuelta, uno pensaba que los colombianos se habian vuelto tan bobos y tan desagradecidos como los españoles. Éstos prefirieron dos veces la promesa de la paz, de mucho sexo y adosados sin tener que dar nada a cambio, al mantenimiento de una política que había reducido el terrorismo, traído prosperidad y colocado a España de nuevo en el pelotón de cabeza de los países del mundo. ¿Iban a escoger los colombianos a un candidato grato a Hugo Chávez en vez de a uno de los responsables de la derrota de las FARC?

La victoria del candidato del Partido de la Unidad Nacional se ha producido en todo el país. Ha sido primero en todos los departamentos del país, salvo en uno, el pequeño Putumayo, en el que se emitieron sólo 72.517 votos. Santos, con 16.840 de éstos, quedó tercero, detrás de Gustavo Petro, con 19.224 y de Mockus, con 20.838.

En España, donde reside una de las mayores colonias de colombianos en el exterior, votaron 8.648 personas. Como en casi toda Europa, Mockus quedó el primero con el 45% de los votos, pero Santos obtuvo uno de los mejores resultados, casi el 41% y 3.513 papeletas. En Venezuela, donde votaron 21.122 colombianos, Santos arrasó: 68,7%. ¿Se lo debe al factor Chávez?

¿Es exagerado calificar a Mockus como el ZP colombiano? Aquí reproduzco unos cuantos pensamientos suyos para que juzguéis:

«En Finlandia sobro, pero en Colombia soy indispensable.»

«No soy blando, soy un duro limpio.»

«Creo en la democracia deliberativa: argumento va, argumento viene. Los intereses, al volverse públicos, se moderan o se pulen.»

«Creo ser capaz de poner lo mejor de mí, pero sobre todo de convocar a la gente para que ponga lo mejor de sí.»

«No conozco a nadie que por 20 años de cárcel decida matar a alguien y que deje de hacerlo por 30. El incremento de las penas es para la galería.»

Una sociedad que durante años ha sido desgarrada por las bombas y las balas, que no se ha rendido ante los asesinos y las amenazas extranjeras, no podía aceptar estas deconstrucciones del pensamiento. Semejante menú sólo lo tragan los españoles atados a La Noria.

Colombia, otro país donde la estupidez no ha ahogado a la sensatez.

(Otra conclusión es que conviene quitar el voto a los emigrantes, dado su desconocimiento de la realidad nacional respectiva y su credulidad ante las campañas de desinformación. En Uruguay, por ejemplo, se rechazó en referéndum concedérselo. En Expaña, por el contrario, las leyes del PSOE dan más derechos a los emigrantes que a los nacionales que vivimos en la patria: éstos pueden votar sin atestiguar su identidad y sin depositar el voto en una urna.)

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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