La Marea de Pérez Henares

Sin baúl, pero como la Piquer

Llevo una temporada que cualquier día al despertarme tendré que poner en relación fecha y lugar para saber donde estoy. O sea, algo así como lo que me pasó el viernes pasado cuando me desperté a las seis de la mañana (tenía que coger el AVE en Málaga a las ocho para llegar a Antena 3 a las 12) : “Si es viernes, me dije, esto es Almuñecar”. Y lo era. Precioso había estado el atardecer , cuando llegue para dar la conferencia, con la playa, la escollera, las gaviotas revolando sobre el roquedo y el castillo árabe señoreando el pueblo blanco. El amanecer era también hermoso y me quito las telarañas del sueño el frescor y el rumor del mar. Dos días antes había hecho noche en Oviedo y almorzado ante el Cantábrico en el Cabo Peñas para ver lo que Liemeyer, el gran arquitecto brasileño, está construyendo en Avilés. Una obra fantástica preñada de un interesante futuro. Esto fue un poco antes del diluvio que luego ha caído por allí.

No descanse ni sábado ni domingo, no pude ni acercarme a mi cabaña de madera de El Enebral, y el lunes tenía que haber ido a Sevilla pero no fui porque no me daba el cuerpo, tenía previsto un programa y unos números “ceros” que al final se han, digamos, que pospuesto (estas cosas que están pasando en VEO) y había aceptado otros compromisos que ya no estaba bien romper. Total que me perdí el foro Arekuna ( el más influyente grupo de periodistas, de todos los colores, del que formo parte) y el encuentro con buenos amigos. Los eché de menos y tomarme un algo, luego de los encuentros con Griñán y con Pulido (de Cajasol) en la terraza del Vinci contemplando la Giralda.

El miércoles tocó Guadalajara y la grabación de un programa para la 2 sobre el curso “Viaje y literatura ” que voy a dirigir en la UNED en la sede de mi ciudad el próximo julio (19-23) y del que les daré en breve cumplida información por si alguno quiere apuntarse. Lo merece. Estarán Arsuaga, Reverte, Rojo, Morato, Briongos , Garcia Marquina, Herrera Casado y hasta un servidor. Empezamos en el castillo de Torija y acabe en el palenque de Hita. Y sí, nos fuimos a Jadraque a comer cabrito, claro.

El jueves llevé a mi perrete Mowgli a la tele, a Espejo Público, y triunfó. Me lo dicen las señoras por la calle. Aunque callejeo poco, la verdad, porque entremedias de estos “bolos” uno tiene que escribir seis artículos a la semana y discutir en tres tertulias. Me he afeitado la barba y hasta lo estoy pensando con el bigote que llevo desde que tenía 18 años, para descargarme pesos.

Hoy , ahora cuando escribo, estoy en el aeropuerto para llegarme hasta Santiago para cenar( otra actividad del Foro Arekuna) con Alberto Núñez Feijó. La vuelta es el sábado al despertar el alba. Pero este fin de semana sí que me pierdo en los montes. Lo necesito porque he de dar un último vistazo a las galeradas de “El lobo y el fuego” (estoy ilusionado con mi nueva novela, que creo lo mejor que he escrito) pues en esas andamos ya, y dándole vueltas al título y la portada, para que salga a primeros de octubre. Para mi tengo que habrá en mi devenir literario un antes y un después de él.

Pero a Compostela vuelvo el día 24. Participo en un ciclo del Xacobeo de literatura internacional de viajes. El sábado 25 estaré en su Alameda firmando mis libros y luego pronunciando una conferencia: “El aventurero y el autor”. El autor soy yo, el aventurero Miguel de la Quadra Salcedo. Escribí, con Antonio Franco, el medico expedicionario, su biografía y parte de “Un sombrero para siete viajes” y la totalidad de “El pájaro de la Aventura” se los debo a mis siete rutas con la Quetzal.

Que es desde donde me llamó mi amigo Jesús Luna, su jefe de expedición, depositario que fue algunos inviernos de mi sombrero, y donde está ya Miguel, que por eso no pudo venir a Santiago. La han empezado en Veracruz (México) tan querida para mí y en cuya plaza me han prometido brindar a mi salud en recuerdo algunos días y algún lance. Por cierto que ellos acabarán también en Santiago, el mismo día del Apostol (25 de julio) cuando la Ruta regrese a España previo periplo marinero, que ya han realizado en otras ocasiones: Recuerdo con particular emoción aquella marcha por la larga playa de Doñana, donde hicimos vivaqueando noche bajo la más hermosa luna llena, para embarcar enfrente de Sanlucar y subir por todo el litoral portugués con atraques en Lisboa y Oporto hasta Vilagarcia de Arousa y Padrón.

A la fiesta de mi pueblo Bujalaro, San Pedro, no puedo faltar. Es el 29 de junio, pero como cae a trasmano la hemos trasladado al fin de semana primero de julio. Y me viene al pelo. Porque así estoy el día dos en Hita donde se conmemora el 50 aniversario de su Festival Medieval, una fructífera idea de Criado del Val, tanto para la villa del Arcipreste como para muchos lugares que le han imitado. Mi pueblo queda de allí, como quien dice, a un tiro de piedra. O sea, que cumplido con Hita acabaré, es mi tradición, viendo amanecer con mi gente en nuestras bodegas de Bujalaro y sin gota de sed.

Y entremedias de todo esto que les cuento ya verán como encima me toca colgarme un par de veces la mochila con las cámaras, el sombrero y un cuaderno de viaje que me regalaron los mormones de UTA para hacer algún reportaje como el que saldrá en Ronda en el número de julio sobre las Tablas de Daimiel. Son los que me gustan. Pero en el fondo lo que estoy deseando es poder emprender otro periplo largo y es África quien más me está llamando. Tengo nostalgia de sus olores y colores. Y oír , eso sí, no me importa que lejano, desde la tienda de campaña en medio de la sábana, el rugido de un león. O hasta la risa convulsa de una hiena. Hace que no voy y tengo nostalgia del Okavango, de Phinda, del Mara y hasta del Sahel.

La selección de las mejores marcas de termómetros

TERMÓMETROS CLÍNICOS

Aquí encontrarás la oferta actualizada de estos dispositivos de salud

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

Lo más leído