En la campaña de desobediencia a las leyes y de insultos a España que están realizando los separatistas catalanes, falta un personaje representativo del nazionalismo catalán: Félix Millet, el ladrón del Palau.
¿Dónde está Félix Millet? Mientras Joan Rosell, jefe de la patronal catalana, acudió a la inmensa manifestación del sábado pasado, Félix Millet, uno de esos hombres en los que coinciden relaciones y dineros, brillaba por su ausencia, como suele decirse. Y se trata de uno de los mayores beneficiarios del Estado de las autonomías:
disponía de completas listas de adjudicaciones del Gobierno de la Generalitat cuando éste estaba todavía en manos convergentes. En estas listas se detallaban las obras pendientes de adjudicación, los litigantes y las ofertas de cada uno.
Podía tomar ejemplo de ese patriota que es el aragonés José Antonio Durán y Lérida. Dejó su habitación de lujo y su desayuno preparado por un dietista para sudar en la manifestación.
Como dice Albert Boadella:
Para comprender hoy la Catalunya real es necesario situarla siempre en dos planos distintos. La exhibición étnica y la oficina de trámites y comisiones, o sea, arriba y abajo.
Si se lo pedimos entre todos quizás nos haga caso: ¡Señora Cataluña, haga el favor de irse, que tenemos que acostar a los niños!
Me parece que los separatistas catalanes pretenden que les paguemos incluso por marcharse.