Me ha llegado una carta que circula por despachos de gente muy importante y que suele provocar en sus destinatarios un escalofrío cuando la leen. Hay quien la llama La carta del genio Baltasar.
Por favor, no tires esta carta. Estoy seguro de que recibes todos los días muchas cartas que no te interesan, incluso alguna carta de cadena, pero te lo repito: no tires ésta, por favor, POR TU BIEN. De esta carta y de que sigas los consejos que en ella se te dan dependen tu futuro y tu bienestar. Si te ha llegado, es porque eres una persona importantes y poderosa, y porque se te conoce bien.
Un Emilio que presidía un banco cumplió las instruccines de esta carta y un viejo asunto judicial que no le dejaba dormir se solucionó. En cambio, otro presidente de banco, también llamado Emilio, rompió su carta y las consecuencias fueron terribles: perdió su puesto, cayó en el deshonor y tuvo que recorrer un laberinto de juicios y procesos.
Todo lo que tienes que hacer es entregar una pequeña cantidad de dinero para difundir la cultura mediante cursos y conferencias en universidades de Estados Unidos, que además desgrava en la declaración de impuestos de tu empresa. Manuel, presidente de una eléctrica, dio 125.000 dólares, y ahora está disfrutando de su jubilación multimillonaria.
Una vez que hayas tomado la decisión, ingresa el dinero en la cuenta que aparece abajo y, después, haz 25 copias de esta carta y mándalas a otros tantos consejeros de empresas cotizadas en bolsa. Loyola no quiso mandar sus 25 cartas a otros tantos diputados y murió sin conocer su absolución.
Te aseguro que esta carta funciona, tanto para bien como para mal.
Cordialmente
EL GENIO BALTASAR
