La Marea de Pérez Henares

En los tiempos de los GAL

Los GAL fueron terrorismo de Estado, “guerra sucia”, un crimen organizado, un robo a las arcas públicas y una chapuza. Además, lejos de mejorar la lucha contra ETA dieron a los terroristas argumentos y el pretendido atajo significó alargar más el penoso camino. Los GAL fueron todo ello. Pero en aquellos tiempos y en principio fuimos muy pocos, porque ahí está la hemeroteca lo digo, los que lo denunciamos, nos opusimos y señalamos el error y el terror. ETA asesinaba a mansalva, Francia era un santuario por el que campaban a sus anchas y alardeaban incluso de sus crímenes y no poca parte de la sociedad española estaba dispuesta a mirar para otro lado ante aquella estrategia de utilizar sus mismos métodos. Eso también hay que decirlo.

Los errores tremendos, la contratación de mafiosos, las chapuzas generalizadas matando o secuestrando personas ajenas a la organización así como algunos rocambolescos fiascos y ,a la postre, el que los “cerebros” de aquellas operaciones se llenaran los bolsillos hicieron que la opinión publica se avergonzara y repudiara todo aquello. El descubrimiento de la trama y sus alcances, lo conchambroso y chulesco de sus protagonistas culminaron en el descrédito más total y en que los crímenes emergieran como lo que realmente eran. Al final acabaron en la cárcel el ministro de Interior y el secretario de Estado, amen de muchos de sus subordinados. Faltó la famosa X. Cuando cruzaron las puertas de la prisión de Guadalajara Barrionuevo y Vera fueron despedidos por Gónzalez y los suyos como héroes de la libertad, como si aquello fuera el Carabanchel donde llevaban a los presos políticos durante el franquismo. En realidad nadie de los presentes había pisado aquellas cárceles jamás y estos si entraban no era por luchar por las libertades sino por secuestro, el de Segundo Marey y , en el caso de Vera, por llenarse los bolsillos y dedicarse a comprar fincas con ello.

Pero los GAL no fueron los que acabaron con González. Con Felipe acabó la corrupción generalizada, el desplome económico y el galopante ascenso del paro. Eso también debe saberse. El expresidente de entonces y el presidente de ahora no querrán recordarlo pero el gobierno PSOE dejó al país en una situación terrible con un índice de desempleo que superaba el 20 por 100.

Felipe González se ha reaparecido en carne mortal para darnos a todos lecciones y, en cierto modo, justificarse de algunas cosas que parecen corroerlo. Lo que ha contado sobre la “guerra sucia” es la constatación de una evidencia. ¿cómo no iba a estar al tanto?. Y si quizás no dio su visto bueno para volar, como confesaba, a la cúpula de ETA es porque tal vez temió que los chicos de Amedo acabaran haciendo saltar por los aires fuera a un grupo de señoras esotéricas que se habían reunido para concitar al espíritu de Maria Antonieta. Que parecidas las hicieron.

Pero pienso que aquellos tiempos del GAL han quedado en el pasado y para siempre. Aunque del pasado, del presente y del futuro, si algún pronostico se cumple, emerge siempre la figura de Rubalcaba, que por allí navegaba, siempre claro en coche de ministro. Como ahora. Y como entonces, aquí el personal en lo que está es en el paro

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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