La soberbia de la clase moralmente superior es, como el universo, infinita. Nos han llevado al desastre, pero siguen diciendo que son mejores, que la culpa es nuestra.
El progre o la progre se levanta cada mañana, se mete en el baño y primero pronuncia su examen de conciencia:
Espejito, espejito, ¿hay en el mundo alguien más bondadoso, más comprometido y más solidario que yo?
A continuación, su plegaria al Cosmos, al Dalai Lama o a Buda:
Y después de engullir el café, sale a la calle, a luchar contra la maldad en el mundo, como Supermán, sólo que con la efigie del Che en vez de la S mayúscula.
En su penúltima columna de El País para víctimas de la LOGSE, Ángeles Caso, a la que podéis ver en la foto de la izquierda, escribió lo siguiente:
Hay gente (masas acríticas, casi siempre cercanas a los partidos de derechas: los de izquierdas somos en principio más exigentes) que regala su voto alegremente a un buen puñado de impresentables.
Os destaco la frase:
los de izquierdas somos en principio más exigentes
¡Ángeles, carajo, que tú y tu panda de izquierdas habéis votado a ZParo! ¡Y dos veces! Que tenéis el nivel de exigencia a la altura del escarabajo pelotero. Vosotros habéis dado el poder sobre nuestras vidas y haciendas a este pánfilo:
Y antes del Bobo Solemne votasteis a Mr. X.
(Estoy convencido de que si no hubiese cinco millones de parados, ZParo volvería a ganar unas elecciones, aunque en la jornada de reflexión las televisiones sacasen a militares marroquíes ametrallando saharuis.)
CODA: Por favor, tened presente en vuestras oraciones a Asia Bibi y participad en esta campaña que promueve HazteOir para pedir su indulto. Parece que a los progres les escandaliza más que un chiflado anuncie la quema de un corán que una condena a muerte a una católica. El domingo 21, a la una de la tarde, habrá una concentración frente a la embajada de Pakistán en Madrid.